miércoles, 22 de julio de 2009

BITÁCORA PYME “Una PyME en Campaña” o “Política 2.0 ¡sí cómo no!”


BITÁCORA PYME

“Una PyME en Campaña” o “Política 2.0 ¡sí cómo no!”


Por Emilio Pineda

El candidato se acomodó por última vez la corbata. Más que estética es un tic nervioso repentino. Está a punto de salir a dar su primera conferencia de prensa y con ello el arranque de su campaña. En realidad tiene todo en contra, ya que la delegación por la que compite está perfectamente definida a favor del adversario. Sin embargo tiene algunas armas secretas que poco a poco irá empleando. A unos pasos de su oficina, en la habitación adaptada como sala de prensa, los pocos reporteros empiezan a impacientarse. El candidato hace una última pregunta a sus colaboradores: “... okey, entonces vamos a anunciar nuestra estrategia de política “dos punto cero” con el uso de Internet... pero... ¿por qué dos punto cero?” Una de sus colaboradoras cercanas se mueve con nerviosismo, toca con sus dedos el libro que lleva bajo el brazo y que ha sido su guía de estas últimas semanas pero no se atreve a abrirlo. Titubea, busca ayuda con la mirada y al final improvisa: “... eh... este... bueno, es 2.0 porque Internet ya evolucionó... ¡antes estaba en el 1.0! Así que ya estamos más avanzados...”

El libro que lleva bajo el brazo es de la autoría de un cercano amigo del candidato, dueño de una gran empresa de tecnología. Este amigo señala que hoy en día se puede ganar una campaña política con una adecuada estrategia por Internet. El libro cita frecuentemente las herramientas cibernéticas que usó el entonces candidato a la Presidencia de los Estados Unidos de América Barack Obama. El texto anima al lector a creer que en México se puede adaptar dicha campaña exitosa para ayudar a los candidatos. Es un buen momento, es 2009, año electoral y será momento de muchas definiciones en el destino de nuestro país. Según cifras del Instituto Federal Electoral, se tenía destinado un presupuesto mayor a los 3 mil millones de pesos para realizar este proceso electoral. Lo que el candidato no sabe y el cercano amigo no le dirá, es que en este año, el diseñar campañas políticas “estilo Obama” se convertiría en una moda, ya que todos los asesores políticos, agencias de imagen, coordinadores de campaña, compadres de los candidatos y demás “expertos” asegurarán que han descubierto el secreto del éxito del hoy presidente estadounidense y que lo adaptarán para llevar a todo candidato pueblerino, globero y bicicletero que caiga en sus manos al triunfo.

El cercano amigo no se anima a poner su empresota a las órdenes del candiato pero asegura que si sigue las indicaciones de su libro el éxito estará asegurado. Entonces hay que llamar a un proveedor que dé los servicios requeridos. Y ese proveedor somos nosotros, una modesta PyME con algunos conocimientos ya probados en el uso de las Tecnologías de la Información. Sin un libro de nuestra autoría llegamos con soluciones y sugerencias ya presentadas dos meses antes y que resolvían de alguna forma lo planteado en el famoso libro. No sólo eso, también integrábamos dos soluciones de vanguardia que no aparecían en dicho texto.

Nos envolvemos en una serie de juntas que lo único que logran es lucir los “Págüer Points” del achichincle del cercano amigo y hacernos perder el tiempo. Toda la estrategia se convierte en “bomberazo” y hay que resolver cuanto antes. Así que los desvelones se ponen a la orden y se logra arrancar con la mayoría de las herramientas en la madrugada de la conferencia de prensa ya mencionada.

El nombre de “Política 2.0” hace alusión a la etapa en la que se encuentra el Internet hoy en día. Trataré de explicarlo en forma breve y sencilla: La web 1.0, la primera etapa de Internet, se refiere a aquella red que conocimos en sus inicios y que nos mostraba páginas estáticas, con algunas fotos y muchos textos. Cuando el ancho de banda mejoró y la capacidad de los servidores se incrementó, pudimos ver algunos videos, animaciones flash y audios en las páginas. Pero seguía siendo la web 1.0, un monólogo, páginas expositivas con la limitada opción de retroalimentación del correo electrónico. Me gusta pensar en las páginas de la web 1.0 como folletos o trípticos electrónicos. Ahí estaban, estáticos, monologando. Los usuarios sólo podíamos limitarnos a leer, enterarnos, en algunos casos a mandar un email, llamar a los teléfonos que ahí aparecían o simplemente exclamar “¡aahh, órale!”

La web 2.0 está permitiendo la interactividad. Hoy vemos un Internet en que los usuarios generamos los contenidos. Nosotros aportamos, criticamos, legitimamos, rechazamos y hasta nos exhibimos. Hacemos nuestro propio periodismo mediante los blogs (como éste); aportamos conocimiento escribiendo y consultando la Wikipedia (gracias a ello Microsoft anunció que dejará de producir su enciclopedia Encarta); hacemos amigos y publicamos nuestras preferencias y actividades a través de redes sociales como Facebook, Hi5, Myspace; hacemos nuestros propios reality shows escritos mediante Twitter y generamos cortometrajes, cursos de cualquier tema, videos musicales o simplemente una reflexión videograbada en Youtube.

Bueno, finalmente la campaña arrancó y nosotros nos subimos en ella. No obstante ser una PyME coordinamos dos campañas y una tercera nos hizo el favor de piratearnos el proyecto. En el transcurso de la misma aprendimos que no basta un libro y una colección de “Págüer Points” para dar un buen servicio. Sino también hace falta una buena logística y personal con gran calidad profesional y alto sentido del compromiso.

Así, los cadidatos tuvieron durante dos meses una cobertura total de sus campañas. 24 horas al día, 7 días a la semana, sus páginas de internet reportaban cada movimiento, cada comunicado, cada actividad. Tenían presencia en las redes sociales más populares y todos los días amanecíamos con un resumen en video de las actividades del día anterior. Para que esto fuera posible, el candidato era seguido constantemente por un equipo de dos camarógrafos que lo seguían hasta el baño (casi no exagero), uno de los camarógrafos registraba a detalle las actividades en video digital para el video resumen; el otro camarógrafo transmitía en vivo toda la jornada electoral mendiante la cámara de un teléfono celular muy especial, por cierto que esta transmisión en vivo se podía ver en la página del candidato como una pantalla de televisión por Internet. Una vez que terminaba el día de actividades, nuestro editor trabajaba toda la noche para realizar los video resúmenes y en la madrugaba completaba la “subida” del material editado a Youtube. En nuestras oficinas, dos operadores estaban al pendiente constantemente de las transmsiones en vivo, respondían a las redes sociales y resolvían cualquier dificultad técnica que surgiera en el camino. Dos coordinadoras de relaciones públicas resolvían todos los detalles de logística que se ofrecieran.

Este fantástico servicio se dio gracias a personas con nombre y apellido a quienes deseo agradecer públicamente su esfuerzo, inteligencia, ética, compromiso y amor a la misión encomendada: Janeth Martínez, Mauricio Villar, Marco Balam, Lupita Rodríguez, Karen Ortiz, Jazmín Cuesta, Uriel Gallegos, Miguel Torres, Víctor Vallejo, Carlos Vallejo y Adán.

En este proyecto aprendimos que podemos resolver situaciones extremas en tiempos límite. Que ponemos en alto nuestro profesionalismo y que buscamos ante todo la satisfacción del cliente. También aprendimos que el cliente que paga menos exige más. Y que el tamaño de la ignorancia es directamente proporcional a lo absurdo de la exigencia. Que el compromiso de nuestra gente está muy por encima del compromiso de los políticos que nos contrataron y eso me aporta la satisfacción de saber que tenemos más calidad humana que ellos.

¡Ah caray! Me puse muy dramático. ¿Por qué digo esto? Porque al hacer el recuento de los daños nos econtramos con estos resultados:

Videos transmitidos en las dos campañas: más de 1,200
Video resúmenes: 110
Redes sociales usadas: Youtube, Twitter, Facebook, Hi5, Myspace
Visitas totales para ambas campañas: más de 10,000
Candidatos ganadores: 0
Candidatos perdedores: 2
Deuda que los candidatos dejaron para con nosotros: ¼ de el monto pactado por prestar nuestros servicios.

Nuestras conclusiones:

En primer lugar debemos mencionar que el amigo cercano al candidato se atrevió a afirmar que con la sóla campaña por internet se lograría el triunfo (como Barack Obama). Nada más falso que esto. Una campaña se gana con una estrategia integral que incluye una buena propuesta, acercamiento real a los ciudadanos, compromiso manifiesto, como dicen en mi pueblo: ensuciarse los zapatos para estrechar manos. En uno de los casos tuvimos una gran página de internet y un candidato gris, impuntual y que cuando le hablaban prefería contestar mensajes en su Blackberry. Ni siquiera Obama le apostó sólo a Internet.

Todavía hoy cuando logramos hablar con quien fuera el coordinador de campaña (después de 14 o 15 intentos fallidos, porque no nos contesta, no toma las llamadas o pretexta una junta) nos dice “¿Qué pasó Emilio?” o “¿Qué se te ofrece?” ¡Claro! Seguro le llamo para pedirle su fecha de cumpleaños o su talla de camisas. ¿Que qué se me ofrece? ¡Que me pagues güey! (así con “g” y con diéresis para que sea más catártico). Siempre me pregunté que si esos candidatos hubieran ganado ¿habrían gobernado con esa falta de ética para pagar a sus proveedores? En el momento en que escribo esto aún no sé si esa cuarta parte del presupuesto ya es asunto perdido. Claro, debo añadir que de los candidatos nada se sabe, se hicieron humo. Ni las gracias.

Finalmente creo que las políticas de apoyo a las PyMES siguen siendo bellos discursos de gobernantes que no tienen idea ni ganas de emprenderlas. Sigue predominando la cultura del no pago, del no compromiso. Mejor contrata a mis amigos. O te contrato pero te pago dentro de 7, 8 ó 9 meses.

Los resultados electorales mostraron una realidad terrible, no para los candiatos perdedores sino para todo México. Ahora los que perdieron dirá que fue culpa de los demás y los que ganaron afirmarán que fue porque son los mejores. En realidad ganó el desencanto.

La estrategia política de Barack Obama es una quimera en México. Todavía no tenemos la calidad en la clase política ni la transparecia real en los procesos electorales. Total que nuestras condiciones culturales y políticas no son las de los Estados Unidos y nuestros políticos no son, ninguno, ni de cerca, Barack Obama.