lunes, 31 de mayo de 2010

Bitácora PyME: El Valor de Pertenecer


Por Emilio Pineda


Sin lugar a dudas uno de los males que nos aqueja a los PyMEmpresarios de México es que, no sé por qué diantres, nos gusta hacer las cosas solos. No sé si es cultural, lo aprendimos en algún momento de nuestra Historia Patria, o algo así, pero se nos dificulta mucho trabajar en equipo. Hay miles de análisis, algunos profesionales, otros un tanto charlatanes, que llegan a la conclusión de que por eso, como país, logramos algunas medallas en el deporte internacional cuando se trata de disciplinas individuales y nomás no la hacemos cuando se trata de deportes de equipo. Bueno, ni hablar de nuestra Selección Nacional de futbol a la que siempre cargamos de todas las esperanzas y nos devuelve desilusiones. Como sociedad también vemos diariamente esta lucha de individualidades en la que la colectividad sencillamente no existe. Siempre hay alguien que se quiere meter en la fila, el coche que toma el acotamiento de la carretera para librarse del embotellamiento de quienes vienen correctamente en su carril. Seguramente podríamos gastar cuartillas y cuartillas de texto y no terminaríamos de encontrar ejemplos en que los mexicanos levantamos el estandarte del “yo voy primero y que los demás se jodan”.


Las grandes empresas se han movido bajo este esquema también y podemos encontrar en muchos ámbitos grandes marcas que han buscado permanecer como predominantes en su ramo sin importarles que caigan en prácticas monopólicas. Que al fin y al cabo tienen el poder de mover unas cositas aquí y allá en las leyes o en la política y el monopolio queda disfrazado. ¿Acaso México no tiene al empresario más rico de mundo? Ése que proclama ser patriota y trabajar por México, pero cuando parece que se abren las leyes a la libre competencia se enoja y amenaza con llevarse su dinero a otra parte. Ése al cual tú le das dinero diariamente porque seguramente consumes algunos de sus servicios o compras en alguna de sus tiendas. Al fin y al cabo, “Todo México es Territorio Slim”. Y no estoy censurando la posibilidad de ser muy exitoso como empresario. Lo que critico es que no todos compiten con igualdad de oportunidades.


Bueno, pues mientras México se encuentra actualmente en el lugar número 60 en competitividad mundial (http://www.mexicomaxico.org/Voto/Competitividad2.htm), los PyMEmpresarios, los que representamos el 70% de la economía nacional, los que hemos creado nuestro negocio más con intuición que con capacitación, los verdaderos generadores de empleos, los que vivimos una tasa de mortandad del 80% en los dos primeros años de haber arrancado la empresa, los que enfrentamos la mayoría de las dificultades para crecer, seguimos jugando al “Llanero Solitito”, pensando que con sólo “echarle ganas” y teniendo dinero suficiente saldremos adelante.


Lo cierto es que hoy en día las empresas grandes y las muy pequeñas requieren muchos elementos que formen un círculo virtuoso, que fomenten primero la sobrevicencia y luego el crecimiento. Uno de ellos es nercesariamente el establecer relaciones positivas y productivas con clientes, socios, proveedores, aliados, asesores, etc. Hoy les platicaré rápidamente una experiencia recientemente vivida:


Acudí en días pasados al Social Networking que organiza mensualmente Eduardo Ruiz Healy en la Hacienda de los Morales en la Ciudad de México. Realmente no importa de quién se trate, la verdad es que nunca había acudido a uno, aunque ya había oído hablar de este tipo de eventos. Ruiz Healy lo definió de un modo muy claro: “es como una fiesta de solteros en la que acuden empresas a conocerse”. El slogan del evento y de la empresa organizadora, de la cual Eduardo es socio capitalista por cierto, reza algo así como “donde los negocios nacen de las relaciones”. Debo señalar que la verdad me dolían un poco los $500.00 pesos por persona que se tenían que pagar para asistir, pero recordé aquélla frase de “quien poco invierte, poco gana”. Pensé que si no soy capaz de intentar nuevas fórmulas, aunque éstas tengan un costo, entonces mi negocio no merece crecer. Así que preparé mi dinero, me eché a la bolsa del saco una buena cantidad de tarjeras de presentación de EPI Producciones y acudí al evento.


Al llegar me fui acomodando en el lugar junto con muchos otros empresarios asistentes. El salón se encontraba decorado en una forma sencilla. Muy pocas mesitas redondas y pequeñas se encontraban distribuidas en el área y no había ni una silla. Eduardo Ruiz Healy arrancó el evento puntualmente y nos dio las instrucciones para participar en la dinámica. Dijo “éste no es un evento social, vienen a hacer negocios, esto es trabajo, así que... ¡a trabajar!. Sonó un platillo como de una batería y el lugar se convirtió en una verdadera romería. Se trataba que en un lapso de tiempo corto yo presentara mis servicios al otro empresario encontrado al azar y luego escuchar la presentación de él. Una vez transurrido ese tiempo el platillo sonaba y todos estábamos obligados a cambiar de pareja empresarial para iniciar las presentaciones de ida y vuelta una vez más. Se trataba de entregar y recibir el mayor número de tarjetas posibles. El objetivo: encontrar clientes, socios, inversionistas, proveedores, asesores o simplemente amistades productivas.


Las voces sonaban a todo volumen. Yo podía observar cómo todos estábamos tranformados en vendedores. Todos siempre amables, simpáticos, resaltando el valor de nuestro producto o servicio. Unos preparados, otros improvisando. Unos con gran seguridad, otros un tanto nerviosos. Unos muy elegantes, otros con gran personalidad. Todos coicidimos en la voluntad de tener apertura para conocer, en seguridad para exponer y en la humildad para escuchar. En la intuición de diagnosticar si la charla que llevábamos nos llevaría a algo bueno o tendríamos que probar en el siguiente turno. En cuanto a mi ganancia personal sólo resumiré que salí con más de 20 tarjetas de presentación de gente realmente interesada en mis servicios y ahora, en la segunda parte, la más importante, doy seguimiento telefónico a esas personas con la finalidad de crear algunas alianzas y cerrar algiunas ventas.


Pero lo que qiuero compartirte con esta experiencia, querido lector, es la sensación grata que me quedó después del evento. La sensación de que con apertura y haciendo equipo con el talento de otros podré ver a mi negocio en mejores puertos. Robert Kiyosaki decía: “si tú eres la persona más inteligente de tu negocio, entonces tienes problemas”. Los PyMEmpresarios mexicanos tenemos que abandonar esa ideología de “yo las puedo todas” y empezar a pensar en equipo, en comunidad.


Señalaba yo hace un momento que no importa quién es la empresa organizadora del Social Networking ni quiénes son sus convocantes, eso es realmente lo de menos. Lo cierto es que acudir a éste tipo de eventos, o hasta organizar uno propio, nos puede refrescar las ideas y encontrar el camino que andamos buscando. Tal vez otro ya lo está recorriendo y está en disposición de compartir el mapa con nosotros. Enrique Gómez Gordillo, excelente conferenciante mexicano, aconseja siempre: “pertenece a una comunidad de empresarios, pertenece a la cámara de comercio de tu ramo, entra o haz club de empresarios”


La verdad es que en México tenemos pocas opciones porque aún no hemos formado esa cultura, sin embargo existen: No dejemos de acudir a los eventos que gobiernos y particulares organizan para las PyMEs. Siempre armémonos con una gran cantidad de tarjetas de presentación y hablemos con todos las personas que nos encontremos en dichos eventos. Acudamos a Networkings, organicemos los nuestros, participemos o hagamos redes de negocios; no dejemos de capacitarnos y leamos cuanto material esté a nuestro alcance. Investiga si en tu ciudad hay una Cámara de Comercio, alguna Red Empresarial, algún Instituto PyME. No estoy seguro si Einstein dijo esto pero en fin: “...las cosas hechas de la misma forma siempre generan los mismos resultados ¿Quieres resultados diferentes? Empieza por hacer las cosas de otro modo”


Hoy le urge a México salir del círculo vicioso en el que se encuentra y no podremos lograrlo si seguimos pensando igual. Ningún gobierno, ningún presidente, ningún político o predicador va a cambiar las cosas, de hecho, porque las cosas no cambian ellos están cómodos. Nuestra tarea sólo la podemos hacer nosotros y sólo nosotros debemos hacerla. Hay que pensar en comunidad, en equipo, en la posibilidad de que el otro puede aportarme lo que yo no he podido generar y quizás el otro necesita lo que yo sé o lo que yo hago. Gritar ¡Viva México!, es inútil y ocioso si después del grito no voy a la acción. Nuestros gobernantes quieren que nos enorgullezcamos de nuestro pasado buscando tapar las cosas presentes que nos avergüenzan. Se trata de fortalecernos en conjunto, se trata de crecer en comunidad. Si crece uno solo no sirve de nada.. ¿O a tí te sirve de algo que Slim, el hombre más rico del mundo, sea mexicano? Otros países han entendido el valor de trabajar en equipo. Entendamos de una vez por todas el valor de pertenecer.


Cualquier sugerencia, reclamo o idea constructiva compartámosla en emilio@epiproducciones.com

lunes, 17 de mayo de 2010

EVENTOS PYME: MUCHO RUIDO... ¿Y LAS NUECES?


Bitácora PyME

Por Emilio Pineda

La idea empezó en el sexenio del entonces presidente Vicente Fox: La política gubernamental panista intentaba insertarse en el ritmo internacional de apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas. Así, coordinado por la Secretaría de Economía, el proyecto se llamaba "Semana PyME" y buscaba en un principio juntar en algún centro de negocios a muchas pequeñas y medianas empresas que pudieran ofrecer sus productos y servicios a los visitantes. Conforme avanzaron los años la Semana PyME fue madurando y modificando su configuración. Ahora se pretende que este evento, de una semana de duración, reúna asesores, instituciones bancarias, incubadoras, aceleradoras de negocios, empresas oferentes de productos y servicios, y sobre todo que permita a los visitantes escuchar conferencias de calidad impartidas por expertos en distintas especialidades de empresas y negocios. La Semana PyME, desde hace ya más de tres años, se ha realizado durante los primeros días de noviembre. La edición 2009, la más reciente, reportó una afluencia de más de 100 mil personas durante toda la semana. Debo comentarte querido lector que he tenido la oportunidad de vivir desde adentro este evento, ya que desde 2006 he participado como expositor con stand y en noviembre pasado impartí también una conferencia relacionada con las PyMES y la Tecnología. Una buena idea... pero...

La enorme cantidad de visitantes ha logrado que muchas autoridades se den cuenta que este tipo de eventos son muy demandados por parte del público. Esto ha dado como resultado "Semanas PyME" regionales organizadas en diversas fechas del año, en distintas zonas del país. También existe ahora una "Expo Compras de Gobierno" (http://www.comprasdegobierno.economia.gob.mx/2010/web/index.html) organizada también por la Secretaría de Economía, del 20 al 23 de abril de 2010 en el Centro Bancomer de Santa Fe; así como una expo "PyMES en Crecimiento" (http://www.pymesencrecimiento.com/) realizada por la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Distrito Federal, del 13 al 15 de mayo de 2010 en Expo Reforma. A estos eventos acudí como visitante y quiero relatarte mi experiencia en ambos:

EXPO COMPRAS DE GOBIERNO 2010:

Los spots de radio anunciaban pomposamente que el Gobierno Federal es el principal comprador de productos y servicios en México y ahora las PyMES, como la mía, podían venderle al gobierno. Acudí el miércoles 21 al Centro Bancomer muy temprano y me encontré con una exposición modesta en comparación a la Semana PyME, la cual ocupa siempre las tres enormes salas del Centro Banamex. El salón de este centro de exposiciones en Santa Fe podría representar una tercera o cuarta parte de lo que ocurre allá por el Hipódromo de Las Américas. Lo que a primera vista me gustó es que en una sala podía ver juntas a diversas dependencias e instituciones gubernamentales tales como Presidencia de la República, la Comisión Federal de Electricidad, PEMEX, la Secretaría de la Defensa Nacional, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, la Procuraduría General de la República, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, sólo por mencionar algunas. En realidad es que mi sensación era que todas las dependencias federales estaban ahí, aparentemente no faltaba ninguna. Inicié mi recorrido en modo de explorador. Caminando por los pasillos, observando sin detenerme y tomando nota de qué stands valdrían la pena ser visitados posteriormente. Yo ya he tenido la experiencia de venderle al Gobierno Federal y gobiernos delegacionales del Distrito Federal, y debo comentar que es un verdadero infierno (ya detallaré estas experiencias en artículos futuros), así que mi curiosidad se enfocaba en saber si realmente ahora cualquier mortal, como yo, podría venderle fácilmente al gobierno.

Mientras decidia qué stands visitar, me detuve un momento en la conferencia que impartía Enrique Gómez Gordillo, experto en mercadotecnia y ventas, quien además siempre viste de una atmósfera de buen humor a sus pláticas. Es un conferenciante que no puede faltar en los eventos de la Secretaría de Economía y siempre cuenta con una gran cantidad de personas que ansían verlo y escucharlo. Aquí su sitio: (http://www.maspoderdeventas.com). Bueno, cuando llegaba yo al auditorio Enrique preguntaba quiénes de los asistentes no le habían vendido aún algo al gobierno. Las manos levantadas mostraban una abrumadora mayoría. Después preguntó quién ya le había vendido algo al gobierno y las manos, pocas, muy pocas, se levantaron. Enrique advirtió en medio de rostros desilusionados que el venderle al gobierno era una meta a largo plazo y que implicaba un gran esfuerzo. "Así que quien vino a esta expo pensando que aquí va a resolver su problema económico en forma inmediata, háganse a la idea que será muy difícil lograrlo". Yo asentía recordando mis propias experiencias al venderle mis servicios al gobierno, la pesadilla que había sido y las toneladas de trámites que tuve que realizar. Bueno, pero también pensé que si el gobierno estaba haciendo el esfuerzo de hacer esta expo, supongo que también habría facilitado la forma de venderle mis servicios. Así que fuí y visité los stand que más me interesaron. Aquí los resultados:

El stand de PEMEX era el más visitado. Había filas que rodeban varios pasillos. Supongo que todos pensamos que PEMEX tiene mucho dinero y nada le cuesta comprarnos algo... ¡ja! En la SEDENA me pidieron mi tarjeta y me dijeron que turnarían mis datos al área correspondiente (cuando escucho "área correspondiente" me suena al bote de basura). Esto mismo ocurrió en CONACULTA, SEMAR y PGR. En la Secretaría de Turismo me recomendaron mucho que hablara con un funcionario que nunca se presentó. Yo ya le había vendido servicios a la Presidencia de la República de 2001 a 2008 y me acerqué a su stand para ver si retomaba esa relación. Mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que la persona encargada de dar la información era un funcionario del área de Adquisiciones el cual puso todas las trabas posibles en mis procesos de licitación de ese entonces. Es decir, pusieron al verdugo a dar informes de derechos humanos. Para resumir: me inscribí en 4 padrones de proveedores (cada dependencia tiene el suyo) y me traje 3 solicitudes más. Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y la Secretaría de Salud, me dieron datos concretos de teléfonos, extensiones y nombres de los funcionarios con los que podría concertar citas de presentación de mis servicios posteriormente a la finalización de la expo. Me retiré un poco insatisfecho pero decidido a hacer citas con las personas que recomendaron visitar, al fin que ya tenía el dato concreto.

Como te podrás imaginar, la siguiente semana hice las llamadas correspondientes con la sorpresa de que todo lo que recibí fueron portazos en la bariz propinados por secretarias que no me dejaron hablar, bajo ningún concepto, con el funcionario en cuestión. "El licenciado no está enterado", "tal vez le dieron mal el dato", "esta área sí ve eso pero el licenciado no sabe quién es usted". "ya sé que es del evento ese PyME, pero el licenciado nunca fue... nosotros seguimos otros procedimientos..." Así, acabó el sueño guajiro de venderle al gobierno con transparencia y por la derecha...

PYMES EN CRECIMIENTO:

El 13 de mayo visité esta expo que viene siendo el equivalente a la Semana PyME, pero en este caso organizada por el Gobierno del Distrito Federal. "Es la expo PyME de Marcelo" me dijo alguien involucrado con el evento. Llegué por la tarde a Expo Reforma, un enorme edificio de tres plantas, propiedad de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México. La organización me parecía un poco caótica y pronto entendí la lógica de los stands: en la planta baja estaban las áreas de fomento económico y apoyo a PyMES de cada delegación del DF, en la primera planta estaban los asesores, incubadoras, financiamientos, bancos y solucionadores; finalmente la última planta contenía a PyMES que ofrecían sus servicios y productos al público en general. ¿Quieren un análisis rápido? Va:

En la primera planta vi stands sin decorar, blancos, fríos. Finalmente son los empleados de las delegaciones del DF que fueron a fuerzas a repartir folletos y dar información incompleta al público. ¿Y saben qué? Se les notaba. La burocracia se respiraba en el ambiente y, como siempre, para cualquier cosa que se necesitara había una solicitud y/o formulario que había que llenar para esperar, quién sabe para cuando, una "pronta" respuesta.

En la primera planta se lograba sentir más la sesación de que en los stands había ganas de hacer negocios... bueno... en algunos. En el stand de una financiera, cada vez que yo preguntaba algo, parecía que interrumpía imprudentemente el estado zen del cuate que estaba ahí. Me dio informes escuetos y yo tuve que tomar un folleto porque el zensei no se molestó ni en dármelo (¡Uy, cuántas ganas de hacer negocios! Mejor ni invertir en ese cuate. Ni lo hubieran mandado). Por supuesto los bancos en todo momento me quisieron convencer de que les tomara un crédito o financiamiento para mi PyME a muy bajas ta$$$as de interés. Saqué mi collar de ajos, mi crucifijo y me alejé de ellos.

En la segunda planta estaban los que querían generar ventas de sus productos exhibidos. Muchas de las PyMES que tenían su stand ahí habían sido elegidas un poco arbitrariamente por el GDF y provenían de las áreas de fomento económico de las delegaciones. ¿Qué ofrecían? Adivinen. ¡Sí! Lo que a nadie se le había ocurrido: Artesanías, joyería, alimentos típicos, aromaterapia... lo mismo que encuentras entre los puesteros de Coyoacán. Es triste pero ningún organismo gubernamental de apoyo a PyMES promueve la creatividad ni la innovación. Por lo tanto muchísmas PyMES mexicanas hacen artesanías, joyas, ropa y alimentos. No estoy menospreciando, pero una ley de mercado dice que entre más vendamos los mismo, menos participación de mercado nos tocará porque tendremos mucha competencia. Sólo el que se logre diferenciar tendrá éxito.

La verdad, después de asistir a estos eventos, me queda la amarga sensación de que los organismos gubernamentales no saben cómo fomentar a las PyMES. No entienden lo que los emprendedores necesitan. Y es lógico, porque el director del área correspondiente es un burócrata que jamás ha arriesgado un peso y que por supuesto no ha generado ni un centavo de riqueza por sí mismo. Por ello no entiende el ámbito de negocios de las PyMES. Las compras del gobierno siguen siendo un mito que encubre los verdaderos "tratos" entre funcionarios que piden su "tajada" a los proveedores y compras a veces mal planeadas.

Nos han vendido un mito en el ámbito de las PyMES y con ello no quiero decir que este medio esté perdido o que haya fracasado. Hay muchísimas historias de éxito dentro de las PyMES, pero al analizarlas muy de cerca, en muchos de los casos son autodidactas. En México hay que buscar la información y armarla nosotros mismos. No quiero decir que no vale la pena asistir a los eventos PyME, lo que quiero resaltar es que no podremos esperar que los demás nos muestren el camino. Lamentable o afortunadamente el mapa lo podemos trazar nosotros mismos, sólo hay que buscar las piezas valiosas debajo de mucha, mucha paja. Mucho ruido... ¿y las nueces? Las nueces están ahí, sólo debemos aprender a mirar.

Aquí un libro que te recomiendo:

"OBVIO. Todo lo que ya debería saber sobre los negocios"

James Dale
ED: Empresa Activa

Cualquier comentario escríbeme a: emilio@epiproducciones.com

martes, 4 de mayo de 2010

¿Quién Realmente es Pirata?


Por Emilio Pineda

Recientemente se ha intensificado en el mundo la discusión sobre si se deben crear herramientas legales que garanticen con mayor rigor la protección de los derechos de los autores. El aumento de la piratería ha puesto en jaque a industrias que facturan miles de millones de dólares anualmente. La evolución de la tecnología ha permitido que cada vez más gente tenga la oportunidad no sólo de intercambiar archivos de música, libros en formato digital, fotografías, juegos, programas de computación o películas, sino también de hacerlo con toda la calidad que ofrece cualquier formato profesional. Anteriormente teníamos la certeza de que al comprar una película pirata, por ejemplo, estábamos comprando un filme mal grabado, con deficiencias en la imagen y con un sonido horroroso. Hoy en día, cualquier producto adquirido en el mercado pirata tiene un 90% de posibilidades de conservar la gran calidad de su original.

En un reporte emitido el año 2009, The Congressional International Anti-Piracy Caucus, señalaba a México como uno de los cinco países con mayor crecimiento en las prácticas de piratería (http://schiff.house.gov/antipiracycaucus/news.html). Los otros cuatro países son: China, Rusia, Canadá y España. Esta entidad es una comisión encargada, dentro del Congreso de los Estados Unidos, a la observación y combate a la piratería a nivel internacional. El reporte detallado de estos países, su conducta dentro de la piratería y el incremento de estas prácticas está al alcande del público en el siguiente enlace: http://schiff.house.gov/antipiracycaucus/pdf/IAPC_2009_Watch_List.pdf

En el apartado de México se detallan prácticas que van desde las copias ilegales de software, películas o música, hasta la introducción de cámaras en teatros o fotocopias de libros en las universidades. Lo interesante es que ahí se menciona la "tolerancia" que las autoridades mexicanas muestran ante sitios en los que se ejerce la venta de productos piratas, que son bien conocidos, y ante lo cual no se hace nada. Desde luego la lista de afectaciones a la industra discográfica, cinematográfica, editorial, de juegos, de software y muchas otras es enorme. Pérdidas millonarias y empleos perdidos. Sólo por mencionar un caso concreto: una fuente sumamente confiable me contó que mientras hace algunos años Sony Music tenía grandes oficinas en México, hacía enormes inversiones de promoción de sus artistas y generaba una gran cantidad de empleos directos e indirectos, hoy en día la oficina en nuestro país cuenta con 20 personas que están a punto de perder su trabajo o reubicarse, ya que antes de que acabe el primer semestre de 2010 Sony Music México cerrará sus puertas y los artistas que queden serán manejados remotamente desde los Estados Unidos.

Si bien lo que hasta ahora te he platicado, querido lector, no es nada nuevo y se parece a todos los relatos que ya has escuchado sobre la piratería, habrá que reflexionar desde el otro lado de la moneda, desde otra perspectiva:

Y es que pareciera que todas las leyes que se empiezan a aplicar en el mundo, y las que están por aplicarse, están sancionado con un rigor impresionante las copias o "bajadas" ilegales de contenidos que se hacen por internet o por cualquier otro medio. La situación es tan fuerte que cualquiera de nsostros, usuarios de la tecnología, somos delincuentes en potencia. Si observamos las advertencias legales que aparecen al inicio de una película, especialmente la de aquéllas producidas y distribuidas hace un lustro y más atrás, decían algo así como "prohibida su exhibición o reproducción parcial o total con fines de lucro". Esto dejaba abierta la posibilidad a copiar o exhibir el material libremente si no había lucro en ello. La ambigüedad de la ley nos permitía, por ejemplo, recomendarle a alguien una película que considerábamos buena y hasta podíamos regalarle una copia para que la disfrutara. Cuántos de nosotros no hicimos en nuestra juventud recopilaciones de música en un cassette (¡Uuuy! ¿Se acuerdan de los cassettes?) con fines de amistad o romance: A mi esposa, en los tiempos de noviazgo, le grababa cassetes con "lo mejor del New Age" por ejemplo. Buscaba con ello darle un sentido emocional al obsequio mediante la integración de la música de diferentes compositores. Esto me daba muchas satisfacciones y la verdad nunca me consideré un delincuente digno de cadena perpetua o merecedor de multas millonarias.

Finalmente el acto de piratería es considerado como tal porque alguien dijo que eso era piratería. Si no me he explicado lo suficiente va de otro modo: Si un día algún grupo de legisladores decide que el acto de silbar o tararear una canción en la ducha, sin pagar regalías, es piratería... ya estuvo que me fuí al "bote". Y es que nadie pone en duda que los autores, compositores, intérpretes y demás creativos que intervienen en una obra merecen el pago por sus creaciones. Lo que parece que anda desfasada es la protección, primero, a las casas editoriales, a las disqueras, a las compañías cinematográficas, antes que al autor. Sólo observemos lo que pasa en México: Un sindicato de músicos con dirigencias amañadas y opacidad en el manejo de los dineros; una Sociedad de Autores y Compositores de México con un presidente vitalicio (Roberto Cantoral) y millonario, quien curiosamente es reelecto y reelecto "democráticamente" desde hace algunas décadas y ahora prepara a su sucesor, heredero (Armando Manzanero) cual hermanitos Castro (no los cantantes, sino Fidel y Raúl, los de Cuba) ya preparan la sucesión del trono. Por el lado editorial las cosas no andan mejor: casas editoriales que pagan al autor sólo el 20% (si bien le va) de las ventas de su libro, las cuales por cierto no son reportadas, es decir, el autor no sabe cuántos de sus libros fueron vendidos y no le queda otra más que ejercer el acto de fe y creerle a la editorial que ese pago corresponde a su porcentaje. Tampoco es desconocido que la radio, en muchos casos, se cierra a autores y artistas independientes y, gracias a la "payola" (dícese del pago "por debajo del agua" que hace una disquera para que la estación toque frecuentemente las canciones de un artista, quesque porque el público lo pide. Es una popularidad artificial. Corrupción para acabar pronto) mantiene en el oído del público sólo a ciertos intérpretes y grupos. Y del cine, ni hablar. Ya sabemos cómo le va a las películas independientes o simplemente a las mexicanas cuando se enfrentan a un gran lanzamiento de "Jóligud". Ni hablar de los intérpretes, como los de doblaje por ejemplo, quienes tienen que firmar un documento, enviado directamente por las compañías estadounidenses, en el cual renuncian a cualquier regalía por el uso de su voz en una película difundida en el mercado hispanoparlante. Los Simpson por ejemplo, ganan millones en Latinoamérica y los actores del doblaje sólo cobraron sus menos de $10 mil pesos por capítulo sólo una vez.

Son muchos los casos de grupos o compositores independientes que hace algunos años, al no encontrar espacios en la radio o en las disqueras, se han lanzado a grabar en algún estudio y han metido su material en los negocios que venden piratería con tal de que empiecen a "sonar" y se hagan conocidos. Otros han buscado caminos más estructurados y dentro de un marco legal nuevo y que abre muchas posibilidades: las licencias "Creative Commons". El Wikipedia se dice que "Creative Commons es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desarrolla planes para ayudar a reducir las barreras legales de la creatividad, por medio de nueva legislación y nuevas tecnologías. Fue fundada por Lawrence Lessig, profesor de derecho en la Universidad de Stanford y especialista en ciberderecho, que la presidió hasta marzo de 2008" (http://es.wikipedia.org/wiki/Creative_Commons). Lo interesante es que el autor puede generar sus propias licencias en las que, por ejemplo, puede dar permiso a los usuarios a bajar su música, quemar un CD, difundirla, sincronizarla con otros medios, compartirla, etc., siempre y cuando se cite al autor y no se modifique la obra. Estas nuevas formas de difundir material creativo nos hacen pensar que la forma de hacer negocio con este tipo de material está cambiando y los viejos esquemas tendrán que modificarse por más leyes que se hagan. Es como si en el año 1900 los fabricantes de carretas jaladas por caballos, al ver que entraban a México los nuevos automóviles Ford movidos por un motor de combustión interna, hubiesen lanzado una ley que prohibiera la entrada de estos nuevos vehículos. No, más bien tuvieron de tres sopas a elegir: cambiar de giro, ponerse a estudiar mecánica, o quedarse con su negocio en decadencia y morirse de hambre.

Los artistas con mente abierta, en el ámbito musical, están entendiendo que el negocio de aquí en adelante no será la venta de los discos, sino las ganancias que generen las presentaciones en vivo, los conciertos. Ahora tendrán que trabajar más. Ya no podremos ver intérpretes multimillonarios que se daban el lujo de dejar de trabajar tres años y sólo aparecer para cobrar sus cheques. Ahora tendrán que ser más competitivos, menos monopólicos, con más apariciones en público, reinventándose constantemente. La competencia en los negocios, en las profesiones, ahora es más intensa. ¿Qué nos hace pensar que algunos sectores están exentos de esta competencia? Esto lo han entendido perfectamente grupos como U2 o Coldplay, quienes han subido sus canciones a sus páginas en internet para que sus fans puedan obtenerlas en forma gratuita. También han difundido sus conciertos en vivo, vía TV Internet, para que su público los vea sin pagar un centavo.

Finalmente, me parece que en vez de que las leyes mexicanas, en concordancia con algunos acuerdos internacionales, pretendan criminalizar al usuario común de las tecnologías (hay casos que ya están en la cárcel), deberíamos revisar el por qué las autoridades se hacen "ojo de hormiga" con las bandas delincuenciales que a plena luz del día, y en lugares conocidos, venden piratería en forma industrial sin que nadie les haga nada. La Ley debería revisar también los contratos leoninos que firman las grandes corporaciones con los autores de las obras quienes, en casi todos los casos, firman su propia desventaja y desprotección.

En México viene una nueva Ley en este sentido y la discusión sigue en lo obscurito. Sólo algunos han tratado de revelar qué es lo que contiene. Si quieres saber más sobre esto visita el artículo de un buen amigo: http://criticapura.com/acta-en-mexico/2010/01/

Los ususarios no somos criminales por querer la obra de un autor. Los autores lo saben y sólo esperan un pago justo. La nueva ley tiene como bandera el Derecho de Autor y finalmente parece que es el que menos importa. Aunque no quieran, las sociedades están buscando nuevas formas de acercarse a las obras de los creativos, también nuevas formas de negocio en las que se gane en un esquema más justo... ¿y saben qué? Las van a encontrar aunque algunos no quieran. Finalmente ¿Quién realmente es el pirata aquí?

Cualquier duda, comentario o si te quieres piratear este artículo, avísame: emilio@epiproducciones.com