lunes, 31 de mayo de 2010

Bitácora PyME: El Valor de Pertenecer


Por Emilio Pineda


Sin lugar a dudas uno de los males que nos aqueja a los PyMEmpresarios de México es que, no sé por qué diantres, nos gusta hacer las cosas solos. No sé si es cultural, lo aprendimos en algún momento de nuestra Historia Patria, o algo así, pero se nos dificulta mucho trabajar en equipo. Hay miles de análisis, algunos profesionales, otros un tanto charlatanes, que llegan a la conclusión de que por eso, como país, logramos algunas medallas en el deporte internacional cuando se trata de disciplinas individuales y nomás no la hacemos cuando se trata de deportes de equipo. Bueno, ni hablar de nuestra Selección Nacional de futbol a la que siempre cargamos de todas las esperanzas y nos devuelve desilusiones. Como sociedad también vemos diariamente esta lucha de individualidades en la que la colectividad sencillamente no existe. Siempre hay alguien que se quiere meter en la fila, el coche que toma el acotamiento de la carretera para librarse del embotellamiento de quienes vienen correctamente en su carril. Seguramente podríamos gastar cuartillas y cuartillas de texto y no terminaríamos de encontrar ejemplos en que los mexicanos levantamos el estandarte del “yo voy primero y que los demás se jodan”.


Las grandes empresas se han movido bajo este esquema también y podemos encontrar en muchos ámbitos grandes marcas que han buscado permanecer como predominantes en su ramo sin importarles que caigan en prácticas monopólicas. Que al fin y al cabo tienen el poder de mover unas cositas aquí y allá en las leyes o en la política y el monopolio queda disfrazado. ¿Acaso México no tiene al empresario más rico de mundo? Ése que proclama ser patriota y trabajar por México, pero cuando parece que se abren las leyes a la libre competencia se enoja y amenaza con llevarse su dinero a otra parte. Ése al cual tú le das dinero diariamente porque seguramente consumes algunos de sus servicios o compras en alguna de sus tiendas. Al fin y al cabo, “Todo México es Territorio Slim”. Y no estoy censurando la posibilidad de ser muy exitoso como empresario. Lo que critico es que no todos compiten con igualdad de oportunidades.


Bueno, pues mientras México se encuentra actualmente en el lugar número 60 en competitividad mundial (http://www.mexicomaxico.org/Voto/Competitividad2.htm), los PyMEmpresarios, los que representamos el 70% de la economía nacional, los que hemos creado nuestro negocio más con intuición que con capacitación, los verdaderos generadores de empleos, los que vivimos una tasa de mortandad del 80% en los dos primeros años de haber arrancado la empresa, los que enfrentamos la mayoría de las dificultades para crecer, seguimos jugando al “Llanero Solitito”, pensando que con sólo “echarle ganas” y teniendo dinero suficiente saldremos adelante.


Lo cierto es que hoy en día las empresas grandes y las muy pequeñas requieren muchos elementos que formen un círculo virtuoso, que fomenten primero la sobrevicencia y luego el crecimiento. Uno de ellos es nercesariamente el establecer relaciones positivas y productivas con clientes, socios, proveedores, aliados, asesores, etc. Hoy les platicaré rápidamente una experiencia recientemente vivida:


Acudí en días pasados al Social Networking que organiza mensualmente Eduardo Ruiz Healy en la Hacienda de los Morales en la Ciudad de México. Realmente no importa de quién se trate, la verdad es que nunca había acudido a uno, aunque ya había oído hablar de este tipo de eventos. Ruiz Healy lo definió de un modo muy claro: “es como una fiesta de solteros en la que acuden empresas a conocerse”. El slogan del evento y de la empresa organizadora, de la cual Eduardo es socio capitalista por cierto, reza algo así como “donde los negocios nacen de las relaciones”. Debo señalar que la verdad me dolían un poco los $500.00 pesos por persona que se tenían que pagar para asistir, pero recordé aquélla frase de “quien poco invierte, poco gana”. Pensé que si no soy capaz de intentar nuevas fórmulas, aunque éstas tengan un costo, entonces mi negocio no merece crecer. Así que preparé mi dinero, me eché a la bolsa del saco una buena cantidad de tarjeras de presentación de EPI Producciones y acudí al evento.


Al llegar me fui acomodando en el lugar junto con muchos otros empresarios asistentes. El salón se encontraba decorado en una forma sencilla. Muy pocas mesitas redondas y pequeñas se encontraban distribuidas en el área y no había ni una silla. Eduardo Ruiz Healy arrancó el evento puntualmente y nos dio las instrucciones para participar en la dinámica. Dijo “éste no es un evento social, vienen a hacer negocios, esto es trabajo, así que... ¡a trabajar!. Sonó un platillo como de una batería y el lugar se convirtió en una verdadera romería. Se trataba que en un lapso de tiempo corto yo presentara mis servicios al otro empresario encontrado al azar y luego escuchar la presentación de él. Una vez transurrido ese tiempo el platillo sonaba y todos estábamos obligados a cambiar de pareja empresarial para iniciar las presentaciones de ida y vuelta una vez más. Se trataba de entregar y recibir el mayor número de tarjetas posibles. El objetivo: encontrar clientes, socios, inversionistas, proveedores, asesores o simplemente amistades productivas.


Las voces sonaban a todo volumen. Yo podía observar cómo todos estábamos tranformados en vendedores. Todos siempre amables, simpáticos, resaltando el valor de nuestro producto o servicio. Unos preparados, otros improvisando. Unos con gran seguridad, otros un tanto nerviosos. Unos muy elegantes, otros con gran personalidad. Todos coicidimos en la voluntad de tener apertura para conocer, en seguridad para exponer y en la humildad para escuchar. En la intuición de diagnosticar si la charla que llevábamos nos llevaría a algo bueno o tendríamos que probar en el siguiente turno. En cuanto a mi ganancia personal sólo resumiré que salí con más de 20 tarjetas de presentación de gente realmente interesada en mis servicios y ahora, en la segunda parte, la más importante, doy seguimiento telefónico a esas personas con la finalidad de crear algunas alianzas y cerrar algiunas ventas.


Pero lo que qiuero compartirte con esta experiencia, querido lector, es la sensación grata que me quedó después del evento. La sensación de que con apertura y haciendo equipo con el talento de otros podré ver a mi negocio en mejores puertos. Robert Kiyosaki decía: “si tú eres la persona más inteligente de tu negocio, entonces tienes problemas”. Los PyMEmpresarios mexicanos tenemos que abandonar esa ideología de “yo las puedo todas” y empezar a pensar en equipo, en comunidad.


Señalaba yo hace un momento que no importa quién es la empresa organizadora del Social Networking ni quiénes son sus convocantes, eso es realmente lo de menos. Lo cierto es que acudir a éste tipo de eventos, o hasta organizar uno propio, nos puede refrescar las ideas y encontrar el camino que andamos buscando. Tal vez otro ya lo está recorriendo y está en disposición de compartir el mapa con nosotros. Enrique Gómez Gordillo, excelente conferenciante mexicano, aconseja siempre: “pertenece a una comunidad de empresarios, pertenece a la cámara de comercio de tu ramo, entra o haz club de empresarios”


La verdad es que en México tenemos pocas opciones porque aún no hemos formado esa cultura, sin embargo existen: No dejemos de acudir a los eventos que gobiernos y particulares organizan para las PyMEs. Siempre armémonos con una gran cantidad de tarjetas de presentación y hablemos con todos las personas que nos encontremos en dichos eventos. Acudamos a Networkings, organicemos los nuestros, participemos o hagamos redes de negocios; no dejemos de capacitarnos y leamos cuanto material esté a nuestro alcance. Investiga si en tu ciudad hay una Cámara de Comercio, alguna Red Empresarial, algún Instituto PyME. No estoy seguro si Einstein dijo esto pero en fin: “...las cosas hechas de la misma forma siempre generan los mismos resultados ¿Quieres resultados diferentes? Empieza por hacer las cosas de otro modo”


Hoy le urge a México salir del círculo vicioso en el que se encuentra y no podremos lograrlo si seguimos pensando igual. Ningún gobierno, ningún presidente, ningún político o predicador va a cambiar las cosas, de hecho, porque las cosas no cambian ellos están cómodos. Nuestra tarea sólo la podemos hacer nosotros y sólo nosotros debemos hacerla. Hay que pensar en comunidad, en equipo, en la posibilidad de que el otro puede aportarme lo que yo no he podido generar y quizás el otro necesita lo que yo sé o lo que yo hago. Gritar ¡Viva México!, es inútil y ocioso si después del grito no voy a la acción. Nuestros gobernantes quieren que nos enorgullezcamos de nuestro pasado buscando tapar las cosas presentes que nos avergüenzan. Se trata de fortalecernos en conjunto, se trata de crecer en comunidad. Si crece uno solo no sirve de nada.. ¿O a tí te sirve de algo que Slim, el hombre más rico del mundo, sea mexicano? Otros países han entendido el valor de trabajar en equipo. Entendamos de una vez por todas el valor de pertenecer.


Cualquier sugerencia, reclamo o idea constructiva compartámosla en emilio@epiproducciones.com

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