viernes, 18 de diciembre de 2009
Bitácora PyME: Pensamientos de Fin de Año
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Por Emilio Pineda
El ánimo de la gran Ciudad de México se siente ya en modo vacacional. Es increíble que apenas inició diciembre y la gente ya estaba buscando irse de vacaiones, o al menos, dejar de trabajar. Aún en este año de crisis económica (que vino de fuera pero que se manejó muy mal por dentro) y de inluenza, el panorama es interesante: plazas comerciales llenas, tiendas del Centro Histórico atascadas de gente, vuelos agotados, paquetes vacacionales llenos y ya no se encuentran libres las reservaciones hoteleras. Tal vez la neurosis económica de un año desastrozo, tal vez la emoción de los aguinaldos recibidos, tal vez los pagos atrasados que al fin están llegando nos causan esa extraña sensación que ningún mexicano puede resistir: la comezón de tener dinero en el bolsillo. Independientemente de si vamos a usarlo para pagar deudas atrasadas o para darnos el gustito navideño, tendremos que pensar con seriedad cómo vamos a manear nuestras finanzas para el año que viene y para ello habrá que echar una mirada atrás:
El Gobierno Federal ha reiterado hasta el cansancio que la crisis económica que atacó a nuestro país vino de fuera, como si eso exorcisara cualquier responsabilidad de la Administración Pública. Es verdad, la crisis vino de fuera pero el gobierno mexicano lleva varias décadas sin emprender responsable y valientemente medidas que permitieran el crecimiento y el desarrollo del país. Nos dedicamos en los últimos 10 años a vivir sólo de los ingresos petroleros y del dinero que mandaban los mexicanos que viven en los Estados Unidos. Las reformas fiscales han sido durante años medidas para sacar más dinero al contribuyente y nada de eso ha tenido la visión para fomentar el crecimiento de la economía formal, de las Pequeñas y Medianas Empresas, de la investigación que realmente sirva, de la atracción de capitales extranjeros que confiaran en nuestro país. Hoy tenemos políticas fiscales persecutorias, un gobierno obeso y gastalón que no rinde cuentas el el manejo de los dineros, estados de excepción a sectores que podrían aportar más a México, una violencia injustificable que auyenta cualquier intento de instalar empresas en nuestro país, PyMES que sufren el pago de derecho de piso a delincuencia organizada que cobra bajo el cobijo de autoridades locales y federales que hacen que no ven, fondos de apoyo a PyMES que se consiguen quién sabe en dónde porque la forma de obtenerlos es aún muy obscura, y muchos otros etcéteras que nos podrían venir a la cabeza. Pero, si lo pensamos bien, llegaremos a la conclusión de que estos problemas son el añejo resultado de “estrategias” gubernamentales de líderes insaciables, comodinos y con una visión cortísima del futuro. En pocas palabras, vivimos al lado del río y no nos preparamos para la inundación. No de a gratis las calificadores internacionales bajaron la categoría de México y han afirmado que fue el país de Latinoamérica que peor reaccionó ante esta crisis. Lo cierto es que países como Brasil, Chile, la India, por mencionar algunos, han logrado una tasa de crecimiento en su economía en 2009 mayor a la mexicana.
En contraste con esta situación, los mexicanos de a pie, sin expertos, asesores o corredores bursátiles, buscamos formas para la supervivencia. Con capacitación o sin ella, los PyMEmpresarios nos vemos obligados a innovar y encontrar caminos para que nuestro negocio salga adelante o por lo menos pueda brincar la frontera del 2009 al 2010. Dice la frase que “unión es poder”, y aunque suena muy trillada es muy real. En nuestro caso está resultando ser la clave para mirar con más optimismo el año que viene.
Resulta que un día decidimos que teníamos que reunirmos para desayunar todos aquellos que además de ser amigos, éramos colegas en el andar de nuestros negocios. Así, una mañana de octubre, alrededor de una grata mesa de un café de la colonia Escandón, compartimos opiniones, experiencias y hasta amarguras un grupo de amigos y PyMEmpresarios. Los que ahí estábamos éramos clientes unos, proveedores otros, pero todos relacionados mutuamente de alguna forma. Ahí estaba un talentoso desarrolador de sistemas computacionales, otro tecnólogo, dos comunicólogos, un diseñador y animador de gráficos 3D, un productor de videos, un capacitador en comunicación oral y escrita, un analista en medios electrónicos de comunicación. El objetivo de esa primera cita fue simplemente el compartir juntos nuestro paso por este año de crisis. Ahí descubrimos que de algún modo todos padecíamos casi de lo mismo: clientes con pagos atrasados, pérdidas de personal, baja en la petición de trabajos, mercados deprimidos, deudas, deudas.
Ya para la segunda reunión logramos organzarnos más y realizamos cada uno de nosotros una breve presentación de nuestros servicios. Esto permitió vislumbrar la posibilidad de integrarnos en una forma más enriquecedora, ya que con los servicios de unos lograríamos complementar los ofrecimientos a los clientes de los otros. Así que surgilkeron algunos objetivos mutuos: mirarnos como clientes pero también como proveedores, buscar la forma de generar servicios integrales en los que participemos más de una empresa, otorgarnos precios preferenciales mutuamente, apoyarnos en el conocimiento que cada uno tiene y compartr el know how del camino que cada uno ha recorrido para enriquecernos todos.
Pensamos que esta es una verdadera dinámica de ganar – ganar. Desde luego todavía estamos en la etapa de maduración y tendremos que probar quiénes realmente “vibramos” en la misma frecuencia y quiénes se sentirán fuera de lugar. Pero lo cierto es que siempre será mejor buscar formas para mejorar que simplemente quedarnos estáticos lamentando la mala racha que trae el país. Por eso he querido compartir contigo amigo lector esta idea que hemos emprendido y que quizás no sea ni nueva ni espectacular, pero al menos nos abre el panorama. Aquél que me diga “eso no es original, eso se hace mucho en muchas partes” yo le pregutaría ¿y tú ya lo estás haciendo? ¿lo has hecho alguna vez? Si la idea no es tan buena ¿qué sugieres? Pienso que estos tiempos nos retan a la creatividad, pero sobre todo a la acción. Las cosas no se arreglan por sí solas. No vendrá el presidente, o el Peje, o el Papa, o alguien a sacar a México del bache. Somos nosotros y sólo nosotros los que podremos darle luz a nuestros negocios.
Por eso casi termino este texto invitándote a sugerir y a participar en esta y otras dinámicas. Recuerda: Creatividad es pensar algo nuevo, Innovación es hacer algo nuevo. Te deseo una tranquila y reflexiva navidad así como un próspero, exitoso y abundante de proyectos año 2010.
Recuerda que espero tus comentarios: emilio@epiproducciones.com Sígueme en Twitter: @epiprod
lunes, 28 de septiembre de 2009
Los Mexicanos tenemos los “Juanitos” que Merecemos
Los Mexicanos tenemos los “Juanitos” que Merecemos
Ahora en Iztapalapa hay fiesta. En un par de días el líder repentino pero muy exitoso, convertido fortuitamente en candidato ganador, asumirá el cargo de Jefe Delegacional de esa demarcación. Rafael Acosta, alias “Juanito”, promete gobernar Iztapalapa con rectitud, pero eso sí, no promete milagros. Debido a las amenazas que, según él, se lanzan frecuentemente en su contra, vivirá temporalmente en el edificio delegacional. Está a punto de presentar a su gabinete de colaboradores quienes lo ayudarán a gobernar en forma profesional. “Incluso hay algunos catedráticos de la UNAM” - señala, como si un título universitario garantizara por sí mismo el éxito en la Administración Pública. Nuestra historia moderna nos ha demostrado contundentemente que ni los doctorados en México o en el extranjero han generado políticos éticos, acertados, innovadores, valientes, eficaces o efectivos.
Mientras hay tiempo para festejar ya podemos ver a Juanito acompañado de “bellísimas” y lamentables edecanes, rodeado de ilusionados seguidores. Ya auncia también que se encuentra soltero y que está abierto a las opciones que se le presenten. Es el Rey de Chocolate con nariz de cacahuate, sentado en su trono y a punto de disponer de 3 mil millones de pesos anuales para gobernar su demarcación. La fiesta está a todo lo que dá y Juanito se sube al templete, en el que se encuentran unos concursantes de fisicoculturismo, se quita la camiseta y trata de replicar las poses que los deportistas hacen. Las musculaturas se muestran en forma grotesca o tristísima, dependiendo de quiénes son sus poseedores. Es una muestrario que se muestra entre comicidad y pena ajena. Pero el Rey de Iztapalapa se siente talentoso, ingenioso, hermoso.
Alrededor de Juanito, una nube humana se desplaza a su ritmo. Son los seguidores. No entiendo si lo hacen con ilusión, con fe ciega, con interés o con ignorancia. Lo cierto que que los reyes, emperadores, dictadores o demócratas nunca llegan solos. Para que un fenómeno de liderazgo consolide necesita de la colaboración y hasta complicidad de la sociedad. No olvidemos que Juanito es una creación del Andrés Manuel López Obrador, otro líder por demás contradictorio, obscuro, carente de ética pero seductor de las masas. El peje lo pone en una maniobra política a todas luces anti democrática, es respaldado por un partido político que ahora lo desconoce (claro, porque no repartió), pero finalmente llevado al cargo de funcionario público por medio del voto mayoritario de la ciudadanía de Iztapalapa. Juanito no derrocó a nadie, tampoco dio un golpe militar. Llegó porque la ciudadanía así lo manifestó con su voto. Todavía hay que estudiar mucho acerca de qué motiva a un ciudadano votar por ésta o quélla opción política.
Juanito se queda en el personaje. Ya casi no habla de Rafaél Acosta. Habla de sí mismo en tercera persona del singular: “Juanito va a hacer... Juanito piensa... Juanito quiere...” Como si él hablara de otra persona. Dato que habrán de analizar psicólogos y psiquiatras. Porque esta actitud habla, a mi sentir, de una despersonalización total, temor al compromiso, temor a asumir una responsabilidad, además de una autoestima bajísima. Y es un actitud que nuestros profesionales de la salud mental tienen que revisar pronto, ya que no es el único personaje de la política mexicana que habla así o que da plena libertad a su locura o embriaguez de poder. Ahí les encargo a: Gerardo Fernández Noroña, el Doctor Simi, Porfirio Muñoz Ledo, Pancho Cachondo, algunos altos jerarcas de la Iglesia Católica, algunos gobernadores, presidentes municipales, etc.
Juanito muestra sus músculos. Voltea a la izquiera y a la derecha para revisar las poses de los atletas que lo acompañan. Los flashes de las cámaras de los periodistas disparan sin cesar. Hay exclamaciones de júbilo, hay silbidos de aprobación, risas, gritos. Juanito es el rey y lo sabe muy bien. Porque de no haber sido por nosotros como sociedad, él no habría llegado. El problema no es que existan los cuentos de hadas, sino que haya quienes los perciban como verdaderos. Finalmente, los mexicanos tenemos los juanitos que merecemos.
Comentarios: epiprod@yahoo.com
miércoles, 23 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
Entre Paréntesis:
miércoles, 22 de julio de 2009
BITÁCORA PYME “Una PyME en Campaña” o “Política 2.0 ¡sí cómo no!”
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BITÁCORA PYME
“Una PyME en Campaña” o “Política 2.0 ¡sí cómo no!”
Por Emilio Pineda
El candidato se acomodó por última vez la corbata. Más que estética es un tic nervioso repentino. Está a punto de salir a dar su primera conferencia de prensa y con ello el arranque de su campaña. En realidad tiene todo en contra, ya que la delegación por la que compite está perfectamente definida a favor del adversario. Sin embargo tiene algunas armas secretas que poco a poco irá empleando. A unos pasos de su oficina, en la habitación adaptada como sala de prensa, los pocos reporteros empiezan a impacientarse. El candidato hace una última pregunta a sus colaboradores: “... okey, entonces vamos a anunciar nuestra estrategia de política “dos punto cero” con el uso de Internet... pero... ¿por qué dos punto cero?” Una de sus colaboradoras cercanas se mueve con nerviosismo, toca con sus dedos el libro que lleva bajo el brazo y que ha sido su guía de estas últimas semanas pero no se atreve a abrirlo. Titubea, busca ayuda con la mirada y al final improvisa: “... eh... este... bueno, es 2.0 porque Internet ya evolucionó... ¡antes estaba en el 1.0! Así que ya estamos más avanzados...”
El libro que lleva bajo el brazo es de la autoría de un cercano amigo del candidato, dueño de una gran empresa de tecnología. Este amigo señala que hoy en día se puede ganar una campaña política con una adecuada estrategia por Internet. El libro cita frecuentemente las herramientas cibernéticas que usó el entonces candidato a la Presidencia de los Estados Unidos de América Barack Obama. El texto anima al lector a creer que en México se puede adaptar dicha campaña exitosa para ayudar a los candidatos. Es un buen momento, es 2009, año electoral y será momento de muchas definiciones en el destino de nuestro país. Según cifras del Instituto Federal Electoral, se tenía destinado un presupuesto mayor a los 3 mil millones de pesos para realizar este proceso electoral. Lo que el candidato no sabe y el cercano amigo no le dirá, es que en este año, el diseñar campañas políticas “estilo Obama” se convertiría en una moda, ya que todos los asesores políticos, agencias de imagen, coordinadores de campaña, compadres de los candidatos y demás “expertos” asegurarán que han descubierto el secreto del éxito del hoy presidente estadounidense y que lo adaptarán para llevar a todo candidato pueblerino, globero y bicicletero que caiga en sus manos al triunfo.
El cercano amigo no se anima a poner su empresota a las órdenes del candiato pero asegura que si sigue las indicaciones de su libro el éxito estará asegurado. Entonces hay que llamar a un proveedor que dé los servicios requeridos. Y ese proveedor somos nosotros, una modesta PyME con algunos conocimientos ya probados en el uso de las Tecnologías de la Información. Sin un libro de nuestra autoría llegamos con soluciones y sugerencias ya presentadas dos meses antes y que resolvían de alguna forma lo planteado en el famoso libro. No sólo eso, también integrábamos dos soluciones de vanguardia que no aparecían en dicho texto.
Nos envolvemos en una serie de juntas que lo único que logran es lucir los “Págüer Points” del achichincle del cercano amigo y hacernos perder el tiempo. Toda la estrategia se convierte en “bomberazo” y hay que resolver cuanto antes. Así que los desvelones se ponen a la orden y se logra arrancar con la mayoría de las herramientas en la madrugada de la conferencia de prensa ya mencionada.
El nombre de “Política 2.0” hace alusión a la etapa en la que se encuentra el Internet hoy en día. Trataré de explicarlo en forma breve y sencilla: La web 1.0, la primera etapa de Internet, se refiere a aquella red que conocimos en sus inicios y que nos mostraba páginas estáticas, con algunas fotos y muchos textos. Cuando el ancho de banda mejoró y la capacidad de los servidores se incrementó, pudimos ver algunos videos, animaciones flash y audios en las páginas. Pero seguía siendo la web 1.0, un monólogo, páginas expositivas con la limitada opción de retroalimentación del correo electrónico. Me gusta pensar en las páginas de la web 1.0 como folletos o trípticos electrónicos. Ahí estaban, estáticos, monologando. Los usuarios sólo podíamos limitarnos a leer, enterarnos, en algunos casos a mandar un email, llamar a los teléfonos que ahí aparecían o simplemente exclamar “¡aahh, órale!”
La web 2.0 está permitiendo la interactividad. Hoy vemos un Internet en que los usuarios generamos los contenidos. Nosotros aportamos, criticamos, legitimamos, rechazamos y hasta nos exhibimos. Hacemos nuestro propio periodismo mediante los blogs (como éste); aportamos conocimiento escribiendo y consultando la Wikipedia (gracias a ello Microsoft anunció que dejará de producir su enciclopedia Encarta); hacemos amigos y publicamos nuestras preferencias y actividades a través de redes sociales como Facebook, Hi5, Myspace; hacemos nuestros propios reality shows escritos mediante Twitter y generamos cortometrajes, cursos de cualquier tema, videos musicales o simplemente una reflexión videograbada en Youtube.
Bueno, finalmente la campaña arrancó y nosotros nos subimos en ella. No obstante ser una PyME coordinamos dos campañas y una tercera nos hizo el favor de piratearnos el proyecto. En el transcurso de la misma aprendimos que no basta un libro y una colección de “Págüer Points” para dar un buen servicio. Sino también hace falta una buena logística y personal con gran calidad profesional y alto sentido del compromiso.
Así, los cadidatos tuvieron durante dos meses una cobertura total de sus campañas. 24 horas al día, 7 días a la semana, sus páginas de internet reportaban cada movimiento, cada comunicado, cada actividad. Tenían presencia en las redes sociales más populares y todos los días amanecíamos con un resumen en video de las actividades del día anterior. Para que esto fuera posible, el candidato era seguido constantemente por un equipo de dos camarógrafos que lo seguían hasta el baño (casi no exagero), uno de los camarógrafos registraba a detalle las actividades en video digital para el video resumen; el otro camarógrafo transmitía en vivo toda la jornada electoral mendiante la cámara de un teléfono celular muy especial, por cierto que esta transmisión en vivo se podía ver en la página del candidato como una pantalla de televisión por Internet. Una vez que terminaba el día de actividades, nuestro editor trabajaba toda la noche para realizar los video resúmenes y en la madrugaba completaba la “subida” del material editado a Youtube. En nuestras oficinas, dos operadores estaban al pendiente constantemente de las transmsiones en vivo, respondían a las redes sociales y resolvían cualquier dificultad técnica que surgiera en el camino. Dos coordinadoras de relaciones públicas resolvían todos los detalles de logística que se ofrecieran.
Este fantástico servicio se dio gracias a personas con nombre y apellido a quienes deseo agradecer públicamente su esfuerzo, inteligencia, ética, compromiso y amor a la misión encomendada: Janeth Martínez, Mauricio Villar, Marco Balam, Lupita Rodríguez, Karen Ortiz, Jazmín Cuesta, Uriel Gallegos, Miguel Torres, Víctor Vallejo, Carlos Vallejo y Adán.
En este proyecto aprendimos que podemos resolver situaciones extremas en tiempos límite. Que ponemos en alto nuestro profesionalismo y que buscamos ante todo la satisfacción del cliente. También aprendimos que el cliente que paga menos exige más. Y que el tamaño de la ignorancia es directamente proporcional a lo absurdo de la exigencia. Que el compromiso de nuestra gente está muy por encima del compromiso de los políticos que nos contrataron y eso me aporta la satisfacción de saber que tenemos más calidad humana que ellos.
¡Ah caray! Me puse muy dramático. ¿Por qué digo esto? Porque al hacer el recuento de los daños nos econtramos con estos resultados:
Videos transmitidos en las dos campañas: más de 1,200
Video resúmenes: 110
Redes sociales usadas: Youtube, Twitter, Facebook, Hi5, Myspace
Visitas totales para ambas campañas: más de 10,000
Candidatos ganadores: 0
Candidatos perdedores: 2
Deuda que los candidatos dejaron para con nosotros: ¼ de el monto pactado por prestar nuestros servicios.
Nuestras conclusiones:
En primer lugar debemos mencionar que el amigo cercano al candidato se atrevió a afirmar que con la sóla campaña por internet se lograría el triunfo (como Barack Obama). Nada más falso que esto. Una campaña se gana con una estrategia integral que incluye una buena propuesta, acercamiento real a los ciudadanos, compromiso manifiesto, como dicen en mi pueblo: ensuciarse los zapatos para estrechar manos. En uno de los casos tuvimos una gran página de internet y un candidato gris, impuntual y que cuando le hablaban prefería contestar mensajes en su Blackberry. Ni siquiera Obama le apostó sólo a Internet.
Todavía hoy cuando logramos hablar con quien fuera el coordinador de campaña (después de 14 o 15 intentos fallidos, porque no nos contesta, no toma las llamadas o pretexta una junta) nos dice “¿Qué pasó Emilio?” o “¿Qué se te ofrece?” ¡Claro! Seguro le llamo para pedirle su fecha de cumpleaños o su talla de camisas. ¿Que qué se me ofrece? ¡Que me pagues güey! (así con “g” y con diéresis para que sea más catártico). Siempre me pregunté que si esos candidatos hubieran ganado ¿habrían gobernado con esa falta de ética para pagar a sus proveedores? En el momento en que escribo esto aún no sé si esa cuarta parte del presupuesto ya es asunto perdido. Claro, debo añadir que de los candidatos nada se sabe, se hicieron humo. Ni las gracias.
Finalmente creo que las políticas de apoyo a las PyMES siguen siendo bellos discursos de gobernantes que no tienen idea ni ganas de emprenderlas. Sigue predominando la cultura del no pago, del no compromiso. Mejor contrata a mis amigos. O te contrato pero te pago dentro de 7, 8 ó 9 meses.
Los resultados electorales mostraron una realidad terrible, no para los candiatos perdedores sino para todo México. Ahora los que perdieron dirá que fue culpa de los demás y los que ganaron afirmarán que fue porque son los mejores. En realidad ganó el desencanto.
La estrategia política de Barack Obama es una quimera en México. Todavía no tenemos la calidad en la clase política ni la transparecia real en los procesos electorales. Total que nuestras condiciones culturales y políticas no son las de los Estados Unidos y nuestros políticos no son, ninguno, ni de cerca, Barack Obama.
lunes, 27 de abril de 2009
Bitácora PyME Trabajamos Duro... ¿y la paga?
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Bitácora PyME
Trabajamos Duro... ¿y la paga?
Por Emilio Pineda
Si no bastaba con las complicaciones de un año de crisis mundial y de elecciones para México, ahora nos cae en el centro del país la epidemia de una influenza rara que parece ser única en su tipo. Prevalece un ambiente en el que todos desconfiamos de todos y los negocios que dependen de las compras del público registran una disminución de asistencia de casi el 80%. Los estadios de futbol, los cines, las discotecas y tiendas lucen con muy pocos visitantes y bueno, hasta las iglesias tendrán una disminución importante de limosnas por la ausencia de feligreses. Pensando en esto me planteo una pregunta inquietante: además de las vidas que ya está cobrando la influenza porcina mexicana, ¿Cuánto nos costará esta enfermedad en términos económicos? ¿A cuánto ascenderán las pérdidas? Una vez más... ¿Qué no ya teníamos suficiente con la méndiga crisis mundial? ¡Para colmo un temblor de 5.7 grados sorprende a la ciudad! ¿Qué falta? ¿Que el Popocatépetl nos eche algunas toneladas de ceniza? ¿Estamos presenciando la extinción de los Imecas de Chilangotlanejo? ¡Aguas!
Pero en esta ocasión quiero referirme a otra epidemia que venimos padeciendo ya desde hace muchos años y que no sólo impide el crecimiento de las PYMES, sino que ha sido la causante directa de de la muerte de muchísimas de ellas: se trata de la falta de liquidez por atraso de los pagos de nuestros clientes.
Y es que a veces nos tocan clientes que, llegado el momento, hasta ganas nos dan de maldecir la hora en que cerramos la venta con ellos, porque el asunto de cobrar por los servicios que les dimos se vuelve un verdadero calvario. En mi caso he tenido experiencias de este tipo tanto en las empresas privadas como con el gobierno. Y además es increíble, porque entre más dinero maneje nuestro cliente más tardará en pagarnos. Es más sencillo que un cliente pequeño nos pague de inmediato, o dentro del plazo acordado, que una gran empresa o el gobierno.
En el caso de las empresas privadas esto sucede porque sus estructuras contables han creado un largo proceso desde que se pide un servicio hasta que se paga. En muchos lugares primero se tiene que generar la Orden de Servicio, la Requisición o la Orden de trabajo. Luego se da el servicio. En muchos de los casos la empresa no da anticipos y la factura se tiene que entregar sólo los días asignados para su revisión. Para desgracia de nosotros, los PyMES, no siempre sabemos cuándo se reciben las facturas y nos encontramos con que sólo se reciben los jueves de 9 a 2, o los días 15 y 30, y hasta llegan a tener la crueldad de que reciben facturas sólo un día cada mes. Así que si se te pasó la fecha entonces tienes que esperar hasta la próxima para entregar tu factura. Después, una vez recibida la factura correrán 15 ó 30 ó 45 días hábiles (¡Hábiles! ¿Sabes en qué se convierte eso? en una eternidad) para que recibas tu cheque o tu depósito. Las empresas menos organizadas no tienen esos plazos y te pagarán cuando se les antoje. Yo tengo dos récords en esto del cobro: logré cobrarle a un partido político un servicio a los 10 meses de otorgado y a una empresa de grúas al año de hecho su video.
Por otro lado el escenario que se crea cuando le vendes al gobierno puede ser mucho peor: Debido a la gran historia patria de corrupción que hemos padecido en México, no puedes llegar así como así a venderle al gobierno. Tienes que cumplir con una serie de requisitos interminables que demuestren que existes, participar en licitaciones que son verdaderas torturas y descubrir que al final, cuando logras el contrato, tus pagos tardarán en llegar. ¡Ah! pero de aquí a que llega tu pago de todas formas ya estás contratado y tienes que dar el servicio como puedas, porque si incumples te cae todo el peso de la ley.
Como ejemplo de esto, en mi caso, sólo les puedo decir que vengo dándole un servicio a un gobierno delegacional desde enero y ahora, finalizando abril, apenas acaba de salir el contrato para ser firmado... ¿y el pago? Quién sabe. Para que se den una idea: en 2008 trabajamos para ese mismo gobierno delegacional desde enero también, el contrato salió en agosto y el primer pago hasta noviembre. Así que si una PyME piensa trabajar para el gobierno debe tener muy en cuenta que lo va a financiar un largo rato, que debe tener un colchón económico para otorgar el servicio sin recibir nada y que al final no podrá cobrar ningún interés por el financiamiento que le dio al gobierno.
Imaginemos lo siguiente: si yo en este momento me acerco a NAFIN o a algún sistema gubernamental que apoye a las PyMES (que por cierto siempre se anuncian con bombo y platillo) y logro que me de un financiamiento, tendré que pagar dicho financiamiento y también una cierta tasa de interés por el mismo. En cambio, si el gobierno usa mis servicios o adquiere mis productos, y no me paga por ello durante medio año, o tres cuartos de año, o el año completo, yo estaré financiando a esa dependencia gubernamental, pero nunca recibiré nada extra por haberlo hecho. Esto es lo que muchos analistas llaman el financiamiento oculto de las PyMES para con el gobierno, liberándolo de intereses y responsabilidades.
También señalaré en este punto que el Presidente Calderón anunció que para apoyar a las PyMES en estos tiempos de crisis se simplificarían los procesos para licitar y contratar a este tipo de empresas, así como también se reducirían los plazos de pagos. El anuncio es bueno, la teoría muy alentadora pero la realidad no es así. ¿De verdad le cuesta tanto trabajo a un burócrata autorizar una licitación o un contrato como para que el mismo sea elaborado en cuatro o seis meses? Me parece que esto sólo refleja artritis burocrática encabezada por funcionarios ineptos quienes además, para reafirmar su estupidez, se comportan con soberbia y nunca informan el estatus de nuestro contrato. En fin, no es en el papel sino en la realidad donde hay que cambiar.
Por otro lado ocurre que en México también tenemos la pésima costumbre de pedir productos servicios como favores, a precios muy bajos ¡o hasta gratis!. Es decir, estamos dentro de una cultura de no pago y no respeto a la forma de ganarse la vida del otro.
Así que debo decirte amigo lector que tengo muchos años preguntándome qué debemos hacer ante esto. A veces, mientras espero una hora o más para que me atienda el sujeto que tiene secuestrado mi contrato o mi pago, intento averiguar cómo hacer para que se dé cuenta de que él tiene un sueldo seguro, trabaje o no, lo haga bien o no, los días 15 y 30 de cada mes recibe su cheque muchas veces inmerecido. En cambio yo tengo que trabajar, dar mi servicio y encima soportar su actitud de que él es quien me está haciendo un favor. Un puñetazo en plena cara sería excelente catarsis pero no resolvería nada. Entonces ¿qué hacer? Creo que es mejor dar el siguiente paso, evolucionar y dejar a los primates de escritorio enmohecerse en sus lugares mientras nosotros caminamos a mejores tiempos. Aquí algunas sugerencias que se me ocurren:
PRIMERO: Dar el ejemplo. Pagar a tiempo a nuestros proveedores (si nuestro capital nos lo permite) Al pagar estamos rompiendo la cadena de atrasos y estamos destrabando el flujo de capital. Ojalá que en la mayoría de los casos podamos ser nosotros los que demos la dinámica económica en nuestro mercado.
SEGUNDO: Ser activos y proactivos ante esta situación. Usemos los foros como congresos, seminarios, reuniones, coloquios, Semana PyME de cada año, en fin, todo aquel foro público en el que participemos las PyMES y las autoridades gubernamentales para levantar la voz y señalar las deficiencias que hay en el sistema de pagos en el gobierno local y federal. Entre más voces oigan probablemente actuarán en consecuencia. Ahora: seamos conscientes de que los cambios en la materia no son rápidos y tendremos que esperar un tiempo, pero será bueno que sembremos la semilla desde ahora.
TERCERO: La unión hace la fuerza. Esta frase tan trillada tiene un punto de verdad. “Empresarios unidos jamás serán vencidos” Formemos asociaciones, sectores gremiales, grupos de consulta e intercambio de información, comunidades temáticas. Entre más empresarios tengamos nuestra voz afinada en el mismo tono, lograremos abrir lo oídos necios de quienes quieren tratarnos como en la época de las cavernas.
CUARTO: Seamos generosos con el conocimiento. Compartamos nuestras experiencias, intercambiemos conocimientos fundamentales, difundamos “tips”. Si sabemos que en el camino viene una curva peligrosa o hay un precipicio más adelante, porque nosotros ya pasamos por ese sendero, avisemos a los demás y evitemos muertes innecesarias. A los mexicanos nos cuesta trabajo compartir lo que sabemos. Creemos que el conocimiento nos pertenece sólo a nosotros y guardamos bajo llave hasta la receta del flan de la abuela. No nos damos cuenta que si nos “fusilan” la receta, de todos modos no les quedará igual a la abuela porque su sazón siempre será único. Si compartimos el conocimiento crecemos todos. A un empresario no le conviene una sociedad pobre… porque entonces ¿quién nos compra? A todos nos conviene que todos crezcamos. Carl Sagan afirmaba: “Poseer un conocimiento y no divulgarlo es una perversidad” Un mexicano que usa información privilegiada y nunca difunde lo que sabe para evitar la competencia se llama Carlos Slim ¿y cómo ha ayudado eso a México?
Concluyo pensando que si seguimos quejándonos en silencio, sufriendo en soledad, pocas cosas cambiarán. El gobierno y los gigantes corporativos evolucionan muy lentamente, es parte de su naturaleza. Nosotros necesitamos ser más ágiles, más creativos, más propositivos, más cooperativos. Recuerda mi querido lector que General Motors, aunque sufre por la crisis mundial, toma la decisión de despedir a 10 mil empleados, le niega los pagos que debe a sus proveedores y sigue sobreviviendo. Si nosotros no sacamos el mes, o el trimestre endeudándonos más, corremos un grave peligro de muerte para nuestra PyME… ellos no quieren cambiar, tú eliges.
Te agradezco que sigas estos artículos y agradeceré más y me emocionaré más con tus comentarios: emilio@epiproducciones.com
lunes, 20 de abril de 2009
Bitácora PyME. Atención al Cliente
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Bitácora PyME
Atención al Cliente
Estaba yo prácticamente listo para publicar la nueva bitácora PYME sobre algunos temas interesantes, cuando de repente me ocurrió algo que me hizo reconsiderar mi tema y desear publicar estas reflexiones con carácter de urgente. Y es que a los dueños de un negocio nos preocupan tantas cosas que llegamos a estar ciegos ante lo obvio y evidente. Así que primero les cuento la anécdota.
Esto me ocurrió hace un par de días en la tienda City Market, un supermercado náis (nice) de la cadena Comercial Mexicana. Me parece importante decir dónde fue porque así ayudamos al gerente o responsable de ese negocio. Bueno, sucede que fui ahí con mi esposa porque nos habían recomendado mucho esta tienda. Nos había dicho que ahí había una gran selección de alimentos gourmet, vinos bien catalogados y artículos de cocina que harían las delicias de cualquier chef.
Llegamos un sábado u nos encontramos con una tienda realmente bien decorada, con anaqueles coloridos y me sorprendió ver que los precios de cada artículo se encontraban presentados en unos pequeños paneles digitales… sí digitales. Así como en un reloj de cuarzo se presentaba el precio de cada cosa. Bueno, de paso notamos que los precios son realmente elevados y no me quedó muy claro si algunos artículos realmente merecían ese sobre valor.
Todo iba muy bien hasta que llegamos a una especie de barra (con un letrero con nombre extraño que no recuerdo) en donde uno puede elegir algunos alimentos, y puede comerlos, acompañado de alguna bebida mientras se observa la tienda y sus visitantes. Elegimos un par de bancos y nos sentamos esperando ser atendidos. Tardó en llegar una empleada ataviada con un tapabocas (supongo por la higiene) y de muy mala gana nos preguntó qué deseábamos. Mi esposa preguntó si había sushi. Ella respondió muy molesta que a esa hora ya no se preparaba sushi, desde luego su tono de respuesta fue peor que si le hubiéramos hecho alguna propuesta indecente. Varias veces le tuve que pedir que repitiera lo que dijo ya que nunca se quitó el tapabocas y hablaba muy bajo. Luego le dije que si no había sushi entonces qué había de comer. Seguramente ella tenía algún compromiso más importante con el embajador de salchichonería porque se limitó a decirme rápidamente “…pus lo que hay en el mostrador”. Nosotros quedamos en el extremo opuesto al mostrador por lo que no podíamos ver su contenido. De nueva cuenta le pedí que me dijera qué opciones tenía o que me sugiriera algo. Seguramente, como era una empleada recién llegada de Dinamarca y no entiende con claridad el Español, ya no habló más, nos dio la espalda y después de unos minutos nos entregó una especie de manteleta con la lista de productos de la barra… sí, sí, lo que llamamos menú. Como antes se había molestado porque le preguntamos en forma perversa por el sushi (no sé a qué le dicen sushi en Dinamarca), preferí preguntarle si en ese momento tenían todos los platillos que anunciaban en el menú. Ahora sí no le entendí nada, murmuró algo tras el tapabocas, seguramente en Danés, y se retiró. Pocos minutos después, siendo ignorados por completo, se acercó otra persona, preguntó algo a la misma empleada y ésta se retiró el tapabocas y lo atendió de mejor manera. Finalmente decidimos retirarnos sin comprar nada, no sin antes dejar una queja en la administración. Debo comentar que la empleada del mostrador de “Atención a Clientes” también estaba renuente a que dejáramos una queja e hizo todo lo posible porque desistiéramos… no desistimos.
Ante lo vivido y ante la situación económica actual me surgen algunas reflexiones urgentes:
¿No era Comercial Mexicana la empresa que tenía serios problemas financieros ante la crisis mundial, de tal suerte que estaba al borde de la quiebra? ¿Cómo puede darse una empresa así el lujo de contratar gente con mala actitud, capacitarla mal o no poner atención a su desempeño? ¿Nadie en la empresa tiene la humildad para investigar objetivamente por qué las ventas bajan en ciertas épocas? Finalmente: por lo espantosamente cara que es esa tienda ¿no mereceríamos sus clientes un trato de reyes por parte de los empleados de la misma? ¿Porqué los mexicanos aceptamos muchas veces estas actitudes groseras y no nos quejamos?
Lamentablemente la mala atención al público es un mal mundial y muy patente en nuestro país. No es el folletito, el comercial de radio o TV o el póster lo que vende la imagen de nuestra empresa. Es justamente la gente del mostrador, los que tienen contacto directo con el cliente los que construyen la verdadera imagen (buena o mala) de nuestra empresa. ¿Entonces por qué son los peor pagados, los peor capacitados y los que siempre tienen mala actitud? No olvidemos que ellos han llegado a ese empleo, quizás porque no han encontrado otro, vienen sin cultura de calidad, sin actitud de servicio, sin ninguna capacitación en muchos casos. Nunca he escuchado que nuestros maestros o nuestros padres nos digan: “Mi’jo estudie mucho para que sea cajero de la Comer o despachador en las Farmacias del Dr Simi”. No, ese trabajo no es nuestro ideal. Por ello, los empleados de esos lugares llegan con desgano, sólo pensando en el sueldo que ganarán, si les va a alcanzar y cuántos días libres, no laborales o “puentes” les van a tocar. No tienen ninguna obligación de “ponerse la camiseta” por sí solos.
Es por ello que como empresarios tenemos que asumir nuestro liderazgo real, el que nos obliga a vender nuestra empresa, primero, a nuestros trabajadores. Hay que seducirlos, hay que motivarlos y convencerlos que están en una gran empresa y que el servicio al cliente, otorgado con calidad, traerá prosperidad a todos. La “camiseta” de nuestra empresa debe estar diseñada por nosotros y vendida por nosotros. Sólo convencidos, nuestros empleados tomarán y se pondrán voluntariamente y felizmente la camiseta.
Si no ponemos especial atención en lo que ocurre con la gente que atiende a nuestros clientes, sólo estaremos viendo comportamientos raros en nuestras finanzas. Es más cómodo echarle la culpa a la crisis mundial, a la “situación” que prevalece, al gobierno en turno o a los especuladores, que fajarnos los pantalones y admitir que somos malos líderes de equipo. No olvidemos que “como grita el patrón gritan los gañanes”. Es un fenómeno estudiado que ha demostrado que el lider establece el comportamiento del personal. So los empleados son groseros y “jetones”, es casi un hecho que el jefe de área o el dueño de la empresa sea así. Con esas actitudes, no se necesita ninguna crisis para matar nuestro negocio. Hasta en la abundancia nos iremos a la quiebra.
Pongámosle especial esfuerzo a la calidad en la atención al cliente. Así veremos un interesante retorno de personas a nuestro negocio. Si pasamos por alto esto, seguiremos echándole la culpa a la crisis, o sea, haciéndonos p… tontos.
¡Por cierto! Les recomiendo ampliamente que visiten este sitio y se unan al movimiento: http://www.dejemosdehacernospendejos.org/ ¡Su nombre lo dice todo!
Cualquier comentario: emilio@epiproducciones.com
lunes, 30 de marzo de 2009
Gracias al PRI
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Me pareció Interesante compartirles esto:
Marzo, 2009
Cada vez que Beatriz Paredes Rangel abre la boca es para vanagloriarse de lo que el PRI ha hecho por México. Gracias al PRI hay estabilidad política, dice. Gracias al PRI no hay polarización, insiste. Gracias al PRI el país no se ha hundido aún más ante el fracaso de los panistas, repite. La lideresa recorre la República buscando palmadas en la espalda mientras pide regresar al poder a un partido responsable de sus peores vicios.
La priista denuncia la ineficacia y la inexperiencia de diversos funcionarios panistas incapaces de limpiar el tiradero que su partido dejó tras de sí.
Hay mucho de paradójico en su proceder porque existe otra lista de cosas vinculadas con el PRI que valdría la pena recordar. Hay otras contribuciones por las cuales el electorado debería estar menos agradecido. México arrastra un legado que no debería ser motivo de aplausos.
México carga con una herencia de la cual los priistas se distancian pero de la cual son responsables.
Gracias al PRI, el narcotráfico infiltra al Estado y se enquista allí. A partir de la década de los ochenta, el negocio de la droga comienza a crecer y lo hace con protección política. Con la complicidad de miembros de la Policía Judicial Federal y de agentes de la Dirección Federal de Seguridad. Con la colusión de gobernadores como Mario Villanueva Madrid y otros dirigentes priistas de narco - municipios y estados fronterizos.
A lo largo de los años, la estructura política del priismo provee un caparazón al crimen organizado, que avanza no a pesar del gobierno, sino -en buena medida- gracias a él.
Cuando los panistas llegan a la Presidencia se encuentran un Estado rebasado, se enfrentan a autoridades estatales cómplices, se topan con policías infiltradas, apelan a procuradurías indolentes. Y, sin duda, tanto la administración de Vicente Fox Quesada como la de Felipe Calderón Hinojosa no han encarado el reto de la mejor manera; el primero por omisión y el segundo por falta de previsión. Pero lo innegable es que no son responsables del problema: lo heredan.
Hoy los priistas culpan al gobierno panista de aquello que ellos mismos engendraron.
Gracias al PRI hay alguien como Joaquín Gamboa Pascoe y lo que representa. Líder vitalicio, elegido -en un evento reciente- para liderar la central obrera hasta 2016. Líder hasta la muerte, encumbrado después de una votación fast track y por aclamación. Rodeado de mujeres bailando en biquini, meciéndose al son de las maracas y las fanfarrias y las porras. Impasible ante los reclamos por los lujos que despliega y los relojes que ostenta. Y, en esa misma reunión, Beatriz Paredes no alza la voz para cuestionar las prácticas antidemocráticas del corporativismo, sino que niega su existencia. Argumenta que México ha cambiado y que los trabajadores son libres y merecen respeto, cuando lo ocurrido en ese evento es señal de la podredumbre de siempre. La genuflexión de siempre. La alianza de siempre. El pacto de siempre.
El liderazgo del PRI ofrece prebendas a cambio de apoyo político. Tan es así que, sin ningún rubor, Gamboa Pascoe sostiene que "hizo cuentas con Paredes" para incrementar, en el próximo proceso electoral, el número de posiciones en el Congreso de integrantes cetemistas. Así, el PRI ratifica su preferencia por las prácticas del pleistoceno.
Gracias al PRI el gobierno se percibe como botín compartido. No hay frase que resuma mejor esta visión que la atribuida a Carlos Hank González: "un político pobre es un pobre político".
El PRI permite que quien llegue a algún puesto -desde hace décadas- piense que está allí para enriquecerse. Para hacer negocios. Para firmar contratos. Para embolsarse partidas secretas. Para otorgar concesiones y recibir algo a cambio. Sólo así se explica la Colina del Perro construida por José López Portillo. Sólo así se explica la fortuna acumulada en las cuentas suizas de Raúl Salinas de Gortari. Sólo así se entiende el reloj de 70 mil dólares que porta Carlos Romero Deschamps. Sólo así se comprende el guardarropa de Elba Esther Gordillo Morales.
Gracias al PRI gran parte de la población considera que la corrupción es una conducta habitual y aceptable que acompaña a la función pública. Gracias al PRI la impunidad se vuelve una forma de vida. El PRI inaugura un sistema para compartir el poder basado en la protección política a sus miembros, al margen de las leyes que violan, los estudiantes que asesinan, los desfalcos que cometen, los robos que encabezan, los desvíos que ordenan. La lista es larga y escandalosa: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas de Gortari, Mario Marín Torres, Arturo Montiel Rojas, Jorge Hank Rhon, Roberto Madrazo Pintado, Emilio Gamboa Patrón, José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz.
Y para protegerse a sí mismos promulgan leyes a modo, saltan de puesto en puesto, intimidan a periodistas, negocian amparos, compran apoyos y corrompen jueces. Entonces no sorprende que en la lista de candidatos del PRI se encuentren varios excolaboradores de Arturo Montiel Rojas -acusado de peculado y enriquecimiento ilícito- encargados de exonerarlo.
Quizás Felipe Calderón Hinojosa entiende lo que el PRI le ha hecho al país y por ello exclama: "Dios quiera y no regresen a la Presidencia ", como lo hizo en una reunión reciente. Pero si eso ocurre, tanto él como su predecesor habrán producido ese desenlace al optar por un "pacto de no agresión" desde hace ocho años al suponer que bastaría sacar al PRI de Los Pinos sin modificar sustancialmente su modus operandi.
El gran error del PAN ha sido tratar de operar políticamente dentro de la estructura que el PRI creó, en vez de romperla. El gran error del PAN ha sido creer que podría jugar mejor el juego diseñado por el PRI, en vez de abocarse a cambiar sus reglas. El gran error ha sido emular a los priistas en vez de rechazar la manera de hacer política que instauraron.
Por ello ahora que el PRI denuncia el fracaso del PAN, en cierta medida tiene razón. Los aprendices son fustigados por los maestros experimentados. Los panistas han fracasado en el intento de gobernar como lo hacían los priistas. Los panistas han fracasado en su intento por adaptarse a las reglas de instituciones que el PRI torció. Los panistas no han logrado pactar eficazmente con los narcotraficantes; no han logrado comprar eficazmente a los líderes sindicales; no han logrado beneficiar eficazmente a los grandes empresarios; no han logrado ocultar eficazmente los negocios que han hecho en su paso por el poder; no han logrado combatir eficazmente la impunidad porque también se volvieron cómplices de ella.
Gracias al PRI el país padeció tantos años de mal gobierno.
Gracias al PAN es probable que la historia se repita.
lunes, 23 de marzo de 2009
Estudiantes de Comunicación y las Tecnologías de la información
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Estudiantes de Comunicación y las Tecnologías de la información
Publicado en: http://epigrammas.blogspot.com y en http://www.zeppia.com/epigrammas
El debate sobre cuál es el papel de las nuevas tecnologías en la formación de los profesionales de la comunicación es muy similar al cuestionamiento de qué tipo de comunicólogos están formando, o deberían formar, las universidades hoy en día. El propio término nos lleva ala trampa fundamental, ya que mientras los planes de estudio están enfocados idealmente a la generación de comunicólogos, los estudiantes entran con la idea de ser comunicadores. Estos últimos piensan que la carrera de Ciencias de la Comunicación los formará como conductores, locutores, presentadores de programas televisivos y, en algunos casos, productores, cineastas o jefes de piso en una producción. Y es aquí en donde caemos en el error, ya que si deseamos formar o formarnos como comunicadores no se requeriría necesariamente el estudio de una licenciatura. Bastaría con tomar algunos cursos o talleres de actuación, conducción o locución, alguna serie de prácticas intensivas y listo, el aspirante será capaz de desempeñarse adecuadamente frente a las cámaras o micrófonos.
Pero si de lo que se trata es de formar verdaderos comunicólogos, el enfoque deberá ser distinto: El comunicólogo es un científico social, sus habilidades, además de los aspectos relacionados con la producción, también deberán contemplar el análisis, la estrategia, la interpretación y la investigación. El comunicólogo es un estratega del mensaje, un generador de contenidos que respondan a un objetivo y lo alcancen con eficiencia. El comunicólogo debe conocer el contexto histórico, social, político, ideológico y hasta económico del público al que dirigirá el mensaje.
Es aquí donde entra el asunto de las nuevas tecnologías: tratándose de un profesional formado integralmente en un ambiente interdisciplinario, el comunicólogo deberá conocer todos los medios de comunicación que tiene al alcance para diseñar adecuadamente la estrategia de su mensaje. Aquí siempre me he referido a una metáfora que compara al comunicólogo con un pintor: El pintor debe tener un adecuado concepto de la estética, del discurso visual que quiere plasmar; en su imaginación deberá tener muy claro el tipo de obra que desea generar; pero también deberá ser capaz de elegir el lienzo más adecuado, las dimensiones de la superficie en donde trabajará, conocer con detalle su paleta de colores y, finalmente, deberá dominar con maestría la técnica del pincel para hacer realidad su obra. Un pintor que no sepa las técnicas será sólo un soñador, por otro lado, una buena técnica por sí sola no hace a un gran artista.
Así, el desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Información ponen en las manos de los comunicólogos una enorme y rica paleta de opciones para una mejor e innovadora estrategia de mensajes. Sin embargo, tal parece que muy pocos se han percatado de esto. La enseñanza en las universidades se enfoca todavía en los medios de comunicación tradicionales y en los procesos establecidos hace ya un par de décadas. Los estudiantes, paradójicamente, son público usuario de estas nuevas tecnologías y no parecen darse cuenta que éstas pueden ser sus valiosas herramientas de trabajo.
La tecnología está inmersa ya en toda actividad de la vida diaria. Europa, los Estados Unidos y muy especialmente los países asiáticos nos han demostrado que pueden llegar a ser motores importantes del desarrollo de las naciones e incluso buenos y generosos negocios. Estamos abandonando la Era Industrial en la que se formaron nuestros padres y abuelos, y hemos entrado contundentemente en la Era de la Información. Los nuevos millonarios del mundo ya no son los dueños de automotrices y petroleros. Hoy, nombres como Bill Gates de Microsoft, Steve Jobs de Apple y Pixar o Sergey Brin y Larry Page de Google son los que generan anualmente varios miles de millones de dólares y dan trabajo a miles de personas en todo el mundo. La información se ha vuelto tan valiosa que ya se ha convertido en el principal activo de muchas empresas. La crisis financiera y económica que actualmente vive el mundo ha tenido un gran componente especulativo también, es decir, que la información ha tranquilizado o inquietado a los mercados en forma constante.
Ante la realidad actual, ya no podemos negar un hecho contundente: entre los países y las personas los más competitivos serán quienes sepan más y no quienes tengan más. La carrera hacia la supremacía mundial se corre en los carriles del conocimiento y no en los de la posesión de los recursos naturales. No es casualidad que países como China, India, Singapur, Japón y desde luego los gigantes europeos y Estados Unidos estén apostando a la formación de profesionales en ingenierías y especialistas en Tecnologías de la Información y Comunicación.
En México tendremos necesariamente que enrolarnos en este ritmo de conocimiento si realmente queremos ser competitivos en el mundo. Los comunicólogos mexicanos deberemos dejar de mirar sólo dos cadenas televisivas y algunas estaciones de radio nacionales y locales. Las Tecnologías de la Información nos ofrecen caminos aún no transitados y somos nosotros los que tenemos que tomar nuestro carril antes que alguien, seguramente de otro país, nos cobre el peaje.
Por lo anterior, nos atreveremos a sugerir en forma muy breve, algunas estrategias que ayuden a enriquecer la formación profesional de los futuros y presentes licenciados en Ciencias de la Comunicación, los verdaderos comunicólogos.
• Es necesario incluir en los planes de estudio materias relacionadas con Internet y las nuevas Tecnologías de la Información. Hay que hacer esto desde enfoques teóricos como análisis de estrategias y efectos, así como también en el ámbito práctico, apegado a la realidad actual.
• El desarrollo de las Tecnologías de la Información es verdaderamente vertiginoso, así que la actualización constante es obligatoria. No pueden pasar seis meses sin que el profesional retome una revisión profunda de lo que pasa en este ámbito. Esta actualización deberá incluir a maestros y alumnos.
• Es impostergable generar literatura “tropicalizada” para México, ya que actualmente los mexicanos estamos escribiendo muy poco sobre el tema. Es interesante notar que los países de habla hispana que están generando libros, estudios, tesis y demás documentación sobre tecnología y comunicación sean principalmente España y Argentina.
• Sería enriquecedor que las universidades desarrollen programas de fomento al “emprendedurismo” en tecnologías de la información. Es decir, impulsar la cultura de nuevos empresarios que combinen ambas disciplinas en el diseño de nuevos negocios.
• Finalmente deberemos señalar que el comunicólogo diseña los mensajes, genera los contenidos pero no está obligado a ser un “todólogo”. Es importante que las universidades fomenten el constante contacto entre carreras para que las otras profesiones encuentren en el comunicólogo la ayuda ideal para el desarrollo de la información especializada.
Son nuevos tiempos para todas las profesiones y las Ciencias de la Comunicación no son la excepción. Son tiempos en los que los hombres y los países sarán exitosos en función de las capacidades que desarrollen. El tren del conocimiento está anunciando su partida, si no nos subimos a él y creemos que podemos esperar el siguiente, quizá ya nunca llegue otro y el precio por esta decisión será muy caro.
Cualquier comenta
lunes, 16 de marzo de 2009
Mi nuevo (viejo) disco
La Portada es una pintura de mi esposa Patsy López Fabela, que se titula igual: "Amor Luna
martes, 10 de marzo de 2009
¿Somos un país de empresarios?
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Bitácora PyME Marzo
¿Somos un país de empresarios?
Publicado en: http://epigrammas.blogspot.com/ y en http://expresiondigitalmx.blogspot.com/
Por Emilio Pineda
Marzo se distingue especialmente por dos fechas particularmente cursis: Una es la llegada de la primavera y con ella el trauma de miles de infantes que tienen que disfrazarse de florecitas, arbolitos, nubecitas, pajaritos y salir a hacer el ridículo en los festivales del kínder y la primara, ante las lacrimógenas expresiones de ternura de sus progenitores. La otra es la necesaria celebración del natalicio de Don Benito Juárez, que por azares del destino coincidió con la fecha primaveral. Y no es que me parezca cursi el Benemérito de las Américas, lo que me parece de "penita ajena" es que sigamos celebrando el natalicio de este importante hombre de nuestra historia en las nubes de la ignorancia. Sabemos que Don Benito Juárez era un pastorcito oaxaqueño que llevaba a sus ovejitas en el campo mientras tocaba alegremente una flauta y luego, ¡zas! se convirtió en presidente de México. En algún remolino de la historia oficial se quedaron extraviados los matices, los esfuerzos, el camino del reformador. Aún quienes están en contra de él, lo hacen dentro de un fanatismo sin conocimiento. Cierro esta reflexión invitándote, querido lector, a que te eches un clavado en la historia patria que nos muestra a los hombres de carne y hueso. La que nos permite conocer las visiones, misiones y ambiciones de quienes forjaron nuestro país. Sólo así podremos entender algo de lo que pasa actualmente.
Y es que una de estas mañanas desperté con la noticia de que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ganan en promedio medio millón de pesos al mes. ¡Medio millón! Por su parte los consejeros del IFE, en un acto heroico de obediencia sumisa a la Constitución, buscaban igualar sus sueldos los de los ministros. ¡Qué obedientes de la Ley! Pero los partidos políticos no se salvan: se ha anunciado que para las elecciones intermedias de este año, se tiene ya asignado un presupuesto de $ 3,633 millones de pesos. Y no olvidemos que estos nuevos y flamantes diputados que tomarán sus lugares por allá de septiembre, seguramente se "motivarán" la próxima navidad con jugosos aumentos de sueldo y dramáticos aguinaldos que van a dejar en la indigencia a cualquier jeque árabe. El argumento para tan insultantes sueldos es que necesitamos en México gente muy capaz en el gobierno y para ello necesitamos pagarles muy bien, hay que darles sueldos competitivos. Yo me pregunto ¿quién en su sano juicio, dentro de la iniciativa privada o en la comunidad internacional, desea llevarse a alguno de nuestros políticos mexicanos con esos sueldos de miedo? ¿Hay fuga de cerebros en la Cámara de Diputados? Voy más dramático: ¿hay cerebros en la Cámara de Diputados? (porque fugas sí hay, sobre todo cuando se les descubren sus desfalcos) Y finalmente remato: con estos sueldos y presupuestos ¿cuál crisis?
Pensando en todo esto llego a la conclusión que México ha sido históricamente una nación educada en la depredación y no en la generación de riqueza. Me explico: por tradición, educación y cultura hemos crecido con la idea de que "alguien" nos debe dar trabajo después de acabar la escuela; que ese trabajo debe estar bien pagado y además deberá estar acompañado de buenas prestaciones. Pero permanentemente estamos en la carrera de la muerte, es decir: es lunes y ya le estamos suspirando al viernes, en enero agarramos el calendario y contamos cuántos días festivos, puentes y jornadas no laborales nos esperan. En junio ya queremos que sea diciembre, contamos cuántos años nos faltan para jubilarnos y así, vivimos esperando que nuestra vida se vaya de volada para que sólo nos queden las fiestas. Queremos recibir cosas excelentes pero no estamos dispuestos a dar excelencia en nuestro trabajo. Queremos que "alguien" ponga, para que nosotros simplemente tomemos lo nuestro. Nadie quiere aportar, es más, cuando nos piden que aportemos un poco más nos ofendemos y nos sentimos automáticamente explotados.
Muchas de nuestras familias, especialmente de quienes ya tenemos más de 30 años... como "treinta y doce", se formaron y crecieron en la década de los 60 y 70. Tiempos en los que en México, la única manera de salir adelante era siendo empleado del gobierno. Había que buscar la plaza de base en la Secretaría o Dirección General correspondiente y tener un buen plan de jubilación. Nuestros funcionarios de entonces, y los de ahora, saben que tienen que ejercer un presupuesto... ¿Qué significa esto? Que tienen que gastarse una cantidad de dinero que se les da durante el año en curso. Y se lo tienen que gastar todo porque si no, el año entrante les van a dar menos dinero o se buscarán un problema. Por lo tanto fuimos educados para gastar, no para crear riqueza.
Por otro lado, el consejo de nuestros padres ha sido siempre: "ahorra, para que en el futuro tengas". Nuevamente el enfoque hacia el gasto. Ahorrar significa gastar menos y guardar no lo gastado. Nunca he escuchado un consejo de un padre que diga algo así como: "...además de ahorrar, busca la forma de que te entre más dinero" ¡Claro que no! Porque nuestros padres sabían hacer "guardaditos" y nunca supieron cómo incrementar sus ingresos por otra vía que no fuera tener doble turno u otro trabajo. Y miren, no los critico, el México de entonces fue muy hostil con la economía familiar y nuestros padres no tenían muchas opciones.
No es de extrañar entonces que en México muchas políticas de fomento a la Pequeña y Mediana Empresa no funcionen, tengan una corta visión o simplemente no existan. Ya que los políticos que las diseñan nunca han creado nada, por el contrario, llegan a un puesto de trabajo a consumir sus recursos. ¿Se acuerdan que el entonces candidato presidencial del PRD, AMLO, decía que él quería vivir en Palacio Nacional como Presidente y que le bastaba con un "cuartito" y un baño para su casa habitación? Ese es justamente el lenguaje de la miseria que se nos metió como cultura. Los mexicanos trabajamos para ganar unos "centavitos", a ver si en el futuro compramos una "casita" y ojalá que tengamos un "cochecito". Así, todo en diminutivos, porque si decíamos "casa" en lugar de "casita" a lo mejor quedábamos como presumidos o soberbios. Muchos políticos deben rezar antes de dormir agradeciendo que haya muchos pobres, porque ellos sostienen su demagogia. Creo que rezan: "Bienaventurados los pobres, porque de ellos yo obtengo mi reino de los cielos". ¿Será posible que un político con esa visión de sí mismo y de su país pueda formular una estrategia real de generación de riqueza en México? ¿Es ese el tipo de líderes que necesitamos? Y no nos quedemos tranquilos, que los gobernantes de otros partidos, incluidos los que actualmente dirigen el destino del país no salen tan bien librados.
Sólo como breve referencia al refranero del terror recordemos: "Un político pobre es un pobre político" "Nadie se resiste a un cañonazo de 50 mil pesos" "El que no tranza no avanza" "No quiero que me den, nomás pónganme donde hay" "Si mis agremiados están jodidos, yo no tengo por qué estarlo" (de un líder sindical cuando le preguntaron por el lujoso reloj que portaba) y muchos etcéteras que nos harían bajar la mirada de vergüenza como país. Y es que el problema no es tener comodidades o una buena vida, como lo aseguran lo políticos en campañas. Lo indignante que haya gente que lo logre mediante el robo, el engaño, la estafa, la manipulación y a costas de nuestros impuestos. ¿Por qué crees que les cuesta trabajo quitar el impuesto de la Tenencia Vehicular? Porque su sistema político ya está muy obeso y muy parasitado. Si dejan de recibir ese dinero pierden plazas, cotos de poder, partidas secretas, etc.
Entonces ¿vivimos en un país con las condiciones óptimas para formar empresarios? Y no nos confundamos. Cuando hablo de empresarios no me estoy refiriendo a Carlos Slim (pollito que me cocinaré en otro momento), o Salinas Pliego, o Azcárraga. ¡No!, me refiero al dueño de una tienda, de un taller mecánico, de una farmacia, de un despacho jurídico, de una comercializadora, de una exportadora y de muchos otros giros que todos los días luchan contra la crisis, la sobre regulación, los absurdos impuestos de su sector, de la competencia desleal de los protegidos. Es increíble que aunque México tiene pocas condiciones de fomento a las Pequeñas y Medianas Empresas, muy pocos asesores que valen la pena, leyes adversas y falta de competitividad, cada vez más personas toman el valor suficiente y emprenden su nuevo negocio. Lamentablemente la tasa de mortandad de nuevas empresas sigue siendo alta: 8 de cada 10 empresas cerrarán en los primeros dos años de vida y sólo una sobrevivirá después de cinco años. ¿Qué hacer entonces?
Los estudios en este ámbito han demostrado que muchas empresas cierran debido a las condiciones adversas que enfrentan, pero la gran mayoría desaparece debido a la falta de planeación. Y es aquí donde hay que poner el énfasis: dentro de este panorama en el cual carecemos de formación empresarial en México, no tenemos tampoco el hábito de la planeación, nos da flojera poner en papel las ideas y las metas que queremos alcanzar. Así que aquí les expongo los temas que, a mi parecer, y recuerden que yo no tengo la neta, deberían ser materia de estudio y trabajo interno:
Autodisciplina, ya que siendo empresarios no tenemos un jefe ni nadie que nos obligue a cumplir las metas del día, así que tenemos que hacerlo nosotros mismo; una formación financiera: tenemos que saber el lenguaje del dinero y sus movimientos, tanto en las economía nacional como en nuestra empresa; liderazgo: ya que sin cualidades para dirigir un equipo de trabajo no podremos orquestar adecuadamente nuestro negocio; educación y actualización continua: ya que no podemos saberlo todo, necesitamos estar al tanto de las novedades en nuestro negocio, en nuestro mercado y en las necesidades de nuestro cliente, si no conocemos las tendencias en nuestro entorno caeremos rápidamente en la obsolescencia y tenemos la obligación también de desarrollar nuevas habilidades. Finalmente: Pasión. Porque no podemos alcanzar nuestras metas en un ámbito tan competido si no amamos lo que hacemos.
Creo que vivimos en un país en el que su gente va poco a poco al entendimiento de que no es a través de caudillitos como lograremos el crecimiento y el bienestar. Somos nosotros, como sociedad, los que lograremos construir un mejor futuro para el país. Sólo con una sociedad más observadora, informada, analítica, crítica y propositiva alcanzaremos mejores estadios de bienestar. Sólo hay que seguir en el trabajo diario, con planeación, inteligencia, acción y amor.
Cualquier comentario o reclamo a su cursi servidor, envíenlo por favor a emilio@epiproducciones.com Y si lograste llegar leyendo hasta acá, te mando todo mi agradecimiento por tu paciencia y mis mejores deseos para todo lo que emprendas.
domingo, 1 de marzo de 2009
Bitácora PyME Febrero 2009
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Bitácora PYME
Febrero 2009
Por Emilio Pineda
Finaliza febrero de este 2009. Los días en la caótica Ciudad de México han estado espectaculares estas dos últimas semanas. No sé si se deba al calentamiento global o a algún otro fenómeno meteorológico pero noto que el sol sale radiante, el viento ha limpiado un poco nuestra polvosa atmósfera chilanga y la temperatura ha estado agradablemente templada. Si fuera neoyorquino estará alabando el esplendor del Central Park o describiendo el ritmo siempre acelerado de la quinta avenida. Pero mis referentes más cercanos son el Parque El Pípila de la colonia Vista Alegre y la bulliciosa y desordenada Calzada de Tlalpan. Lejos de venir a mi mente una cosmopolita canción de Frank Sinatra, interrumpe mis pensamientos una tonada de algún narco corrido proveniente de un microbus que pasa en la calle cercana. Aún así, estos días me parecen bellos.
Se cumplen ya dos meses que navego solo. Dos meses que renuncié a mi más importante cliente pero el más nefasto de todos. Porque ese cliente, gubernamental por cierto, me daba buenos ingresos pero me sumergía en dos circunstancias perjudiciales para todo empresario pequeño: me hacía perder el tiempo en necios y ociosos pedidos por parte de un inexperto coordinador, que al final ni se usaban ni mejoraban el servicio y sí consumían recursos; por otro lado me hacían reposar en una falsa y peligrosa zona de confort, ya que gracias a esto yo no buscaba con ahínco nuevos clientes ni innovaba en mi campo de acción.
Apenas decidí en noviembre de 2008 dejar esta zona de confort acudieron a mi dos sensaciones contradictorias: el miedo a navegar, con mi negocio nuevamente, en aguas impredecibles y con vientos huracanados con forma de crisis económica mundial, así como también una chispa creativa y un entusiasmo que hacía años no sentía. Me invadió un optimismo casi psicotrópico y me dije: “la crisis no es para mí”.
Y aquí estoy, dos meses navegando y aprendiendo. Hay que decir que como todo buen timonel de mi vida como empresario tomé mis precauciones. Llevaba ya dos años tomando cursos de ventas, yendo a conferencias y leyendo libros. Ya había tenido por ahí experiencias muy tristes con incubadoras de negocios que en otro momento compartiré, pero que ayudaron muy poco y me hicieron perder tiempo. En fin, que llegó el tiempo de aplicar lo aprendido.
En estos dos meses me he dado cuenta de muchas cosas: que la crisis es un fenómeno real pero que no afecta a todos por igual. Hay sectores que tienen planes de crecimiento para este año y hasta tienen dinero para hacerlo. Que en México vivimos crisis crónicas ya que tenemos políticas pésimas de pago a proveedores que hacen que las empresas pequeñas financien al gobierno (cuando el gobierno anuncia con bombo y platillo lo contrario), que las empresas privadas tardan en pagar, y que hace que la carrera de las PyMES sea una competencia de resistencia. Aquí sobrevive el que puede estirar los ahorros, mientras el cliente se hace de la vista gorda con el pago.
También aprendí que la labor de ventas es algo así como un arte, una ciencia, una disciplina politécnica y sobre todo una habilidad que nos enfrenta con nosotros mismos. Que tener un negocio es como estar casado y que es muy importante procurar seguir enamorados todos los días, ya que de lo contrario, el proyecto no funciona. No puedes vender aquello en lo que no crees, en lo que desconfías o en lo que te sientes inseguro. No puedes vender carne siendo vegetariano. Tienes que amar tu producto o servicio y tienes tú mismo que ser el principal consumidor. Por lo tanto, querido lector, debo decirte que estos dos meses han sido tiempos de levantar insistentemente el teléfono, tocar puertas, diseñar proyectos, presupuestar, combatir las objeciones, re armar presupuestos, descolgar el teléfono otra vez.
Alguna vez escuché del experto en mercadotecnia, Enrique Gómez Gordillo, que es mejor "bueno en ejecución que perfecto en planeación", que hay que dar los pasos ya. Y es mejor estar tocando todas las puertas, aunque no se abran todas, que esperar a que algún experto nos haga el mejor estudio para saber qué puerta tocar y que nos abran a la primera.
Me di cuenta también que hay que tener cuidado en quién te aconseja. Me encontré con instituciones y publicaciones orgullosas de sus "expertos", flamantes doctores en Administración de Negocios, maestros en universidades, investigadores postgraduados en los temas, pero que, con todo respeto, no han arriesgado ni 50 centavos en un negocio real; que nunca han perdido dinero, que no han sufrido robo hormiga, que no han tenido que salir a vender, que no han tenido que corretear el pago atrasado de algún cliente. En otras palabras, son expertos en negocios que nunca han tenido. Con todo respeto, me suena a un sacerdote dando consejos sobre sexo.
Así pues, querido lector, en esta serie de escritos deseo compartir contigo periódicamente las experiencias, los ratos amargos, los aprendizajes y los éxitos de esta aventura de ser empresario. En esta ocasión he divagado un poco pero en las próximas publicaciones iré abordando sólo uno o dos temas.
Esta Bitácora PYME tiene también la intención de que formemos una comunidad y entre todos compartamos información que nos enriquezca. Así que te invito a que comentes, a que participes, a que nos cuentes tu caso. Creo que nadie tiene la verdad absoluta y cada negocio posee su propia personalidad, así que mi punto de vista es sólo un pequeño fragmento de una enorme realidad. Por lo tanto, lo que tú tengas que compartir ayudará a formar mejor este rompecabezas. Agradezco tu paciente lectura y te espero en la próxima.
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